En los 17 allanamientos se apresó a cinco personas -tres hombres y dos mujeres-, pero los investigadores descubrieron que un sexto imputado que tenía orden de captura ya estaba detenido desde la semana pasada en Capital Federal, en el marco de otra causa por drogas.
Por eso, en total, quedaron seis imputados detenidos en el marco de este expediente, y hay un séptimo acusado que aún no fue localizado y permanecía prófugo.
Los operativos fueron realizados por detectives de la División Delitos Federales de la policía bonaerense, quienes secuestraron 11,5 kilos de cocaína y 900 envoltorios listos para ser comercializados, que estaban en un sótano de la quinta “El Rodeo”, situada en Güemes al 900, de Ingeniero Maschwitz, partido bonaerense de Escobar, la misma donde en julio de 2008 fueron detenidos nueve mexicanos y un argentino que habían montado allí un laboratorio para elaborar drogas sintéticas con “efedrina”.
Voceros judiciales confirmaron a Télam que si bien se trata de la misma quinta, no hay vínculo entre esta nueva causa donde la droga en cuestión es la cocaína, con aquel expediente del laboratorio de metanfetaminas que había montado en ese sitio el mexicano Jesús Martínez Espinoza y que terminó ligado al tráfico de efedrina y al triple crimen de General Rodríguez.
En el procedimiento realizado en las últimas horas se hallaron allí más de 20 armas de distintos calibres, gran cantidad de teléfonos celulares, vehículos utilizados por la organización, documentación, 1.500.000 pesos y 5.000 dólares, detallaron los voceros.
La causa se inició en marzo pasado a raíz de una denuncia que realizó un informante con identidad reservada ante la Fiscalía Federal de Hurlingham, a cargo de Santiago Marquevich, en la que se señaló a un hombre identificado con el apodo de “Compi” como un vendedor al menudeo de cocaína que operaba en ese distrito del oeste del conurbano.
La información también revelaba que su proveedora era una mujer llamada “Mónica”, que tenía un negocio de artículos para mascotas en Capital Federal.
El fiscal Marquevich y el juez Rodríguez pusieron a trabajar a los detectives de Delitos Federales de la policía bonaerense que realizaron numerosas intervenciones telefónicas, seguimientos y filmaciones que permitieron identificar a los miembros de la banda y los sitios desde donde operaba.
Según la investigación, los líderes de la organización eran “Mónica” y “Enrique”, quienes no solo tenían domicilio en el barrio de Caballito, sino que sobre la calle Rosario al 100, a metros del Parque Rivadavia, la mujer tenía un local de venta de comida y artículos para perros y gatos llamado “Almacén para Mascotas” que, según confió una fuente de la investigación, “se utilizaba como pantalla para realizar entregas de estupefacientes en mediana escala”.
De las observaciones encubiertas a ese local, la policía informó en la causa que una de las posibles maniobras empleadas por la banda para trasladar droga desde el comercio era en “cunas o cuchas para perros”, según detalló una de las fuentes judiciales consultadas por Télam.
A metros de allí, también sobre la calle Rosario, pero a una cuadra de la tienda de mascotas, la organización tenía un galpón vinculado a una empresa de seguridad privada cuya gerente también era “Mónica” y desde donde también se acopiaba y distribuía la droga.
En el marco de la causa también se investiga si la banda empleaba los vehículos de dicha empresa de seguridad privada para mover la droga y si dicha agencia y sus automóviles fueron comprados para lavar el dinero proveniente de la venta de los estupefacientes, agregaron las fuentes.
Uno de los seguimientos realizados a “Mónica”, terminó con la líder de la organización llegando en una camioneta a la quinta de Maschwitz donde en los allanamientos se secuestró la droga.
Los voceros confiaron que incluso, en las escuchas telefónicas, “Mónica” y “Enrique” quedaron grabados hablando sobre la posibilidad de expandirse y comprar la quinta lindera.
Las tareas investigativas también revelaron que la pareja de Caballito también proveía de cocaína a un sospechoso identificado como “NN Juje”, que vendía al menudeo en el edificio conocido como “Platea Once” del Barrio INTA de Villa Lugano, en la Capital Federal, donde se realizaron seis de los 17 allanamientos.
Fuente Ambito