El martes próximo se cumplirán tres años de uno de los casos más conmocionantes de la década: el asesinato que cometió Nahir Galarza (22) en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú.
Nahir mató de dos disparos a su novio, Fernando Pastorizzo (19), y desde entonces permanece detenida. En julio de 2018 fue condenada a prisión perpetua, pero el fallo no está firme y eso desvela a la familia de la víctima.
Silvia Mantegazza, la mamá de Fernando, reconoció por intermedio de su abogado que confía en que la Corte Suprema de Justicia rechace el recurso de queja que presentó la defensa de la acusada, y que busca revertir la sentencia.
Rubén Virué, abogado de la mujer, dijo que la madre de la víctima tiene “confianza en la Justicia”. A principios de noviembre, la homicida presentó un recurso de queja para que, con perspectiva de género, la Corte Suprema revise y anule la sentencia, la cual ya fue confirmada por tres tribunales.
Desde la querella por parte de la madre del joven asesinado pidieron “no profundizar más de lo que ya se ha hablado” y esperan “el rechazo a este recurso”. “Esa es nuestra expectativa, de confianza en la Justicia y no más de ahí”, explicó Virué.
La presentación de Nahir ante la Corte Suprema fue realizada en forma digital por la abogada Raquel Hermida Leyenda, recientemente incorporada a la defensa y quien lidera el Equipo Interdisciplinario de la Red de Contención, una ONG destinada a asesorar a víctimas de violencia de género.
El recurso es la última vía de apelación para intentar revertir la condena, luego de que en marzo pasado, los jueces del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, Miguel Giorgio, Claudia Mizawak y Daniel Carubia rechazaron un pedido de “impugnación extraordinaria”; y en octubre último dejaron firme el fallo condenatorio y rechazaron otro recurso extraordinario federal presentado para que se revea y anule la condena.
El recurso de queja se basa en “la falta de perspectiva de género” del proceso contra Nahir y sostiene que la investigación y el debate oral evidenciaron “graves negativas a la defensa,” impidiendo “numerosas pruebas”, indicó la abogada defensora de la joven.
“Fue notoria la violencia institucional contra testigos que decían algo a favor de la imputada –continuó–, hasta se llegó a denunciar por falso testimonio. Se le vedaron pericias completas y reiteradamente confundieron perspectiva con violencia de género”.
Nahir, mientras tanto, permanece alojada en la Unidad Penal 6 Concepción Arenal, de Paraná, donde tiene un recreo de dos horas todos los días y dos teléfonos celulares, uno para mensajes y otro para videollamadas con el que se comunica con su familia.
Con 19 años, Nahir es la mujer más joven del país en haber sido condenada a prisión perpetua.