La diputada Carolina Piparo (44)llegó esta tarde a la Brigada de Investigaciones de La Plata, pero fue a que le tomaran declaración o a denunciar un delito: por primera vez visitó a su marido, Juan Ignacio Buzali (47), quien se encuentra detenido por haber atropellado, aparentemente de manera intencional, a dos jóvenes a los que habría confundido con los motochorros que los habían asaltado en la madrugada de Año Nuevo.
Buzali está detenido desde el viernes 8 de enero pasado en la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de La Plata, ubicada en las calles 61 entre 12 y 13, en el centro de la capital provincial. Ya pasó cuatro noches tras las rejas, pero todo indican que serán varias más. Es que la jueza de garantías platense, Marcela Garmendia, rechazó el pedido de excarcelación que habían realizado sus abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola y ratificó su detención.
La resolución de la magistrada se conoció casi a la misma hora en la que la legisladora llegaba a la DDI con ropa, alimentos y elementos de higiene que para su esposo. Según las fuentes consultadas, Piparo se presentó cerca de las 2 de la tarde y se reencontró con su marido en el sector de visitas de la sede policial.
El esposo de la legisladora, que se encuentra acusado por el delito de “doble homicidio en grado de tentativa”, está aislado del resto de los detenidos y ocupa una celda para él solo.
De acuerdo a los voceros, la jueza que entiende en la causa no pidió cupo para que lo alojen en una cárcel del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). “No hemos recibido ninguna notificación al respecto”, se limitaron a decir desde el SPB.
Buzali fue detenido el viernes pasado en su casa del country Grand Bell de La Plata por una comitiva de la DDI de La Plata, que está a cargo del comisario Cristian Novelino. Al día siguiente fue indagado por la fiscal que investiga el caso, María Eugenia Di Lorenzo.
La declaración completa de Piparo: “Jamás pensé que podríamos llevar una moto debajo del auto”
El marido de la diputada, que además tiene un cargo como secretaria de Asistencia a la Víctima de la Municipalidad de La Plata, negó los cargos al asegurar que se trató de un “accidente” y que jamás quiso “lastimar a nadie”.
Sin embargo, la fiscal Di Lorenzo, entendió que Buzali conducía a “toda velocidad” y embistió “de lleno” a los motociclistas. En el pedido de detención, además, advirtió que no hubo “ninguna maniobra de esquive”.
Por su parte, la jueza Garmendia, a la hora de rechazar el pedido de excarcelación, argumentó que la conducta posterior asumida por Buzali le permiten inferir que “no se encuentra garantizada su sujeción al proceso”.
Los hechos
El caso ocurrió el viernes 1° de enero cerca de las 2 de la madrugada, cuando al menos seis motochorros asaltaron a Carolina Piparo en la puerta de la casa de su suegro, ubicada en las calles 47 entre 15 y 16. Le robaron la mochila y un teléfono marca iPhone, que en las últimas horas apareció en Berisso.
Los dos jóvenes que fueron atropellados, de 23 y 17 años, no eran delincuentes: estaban junto a un grupo de amigos recorriendo la tradicional quema de muñecos. No solo no tienen antecedentes delictivos, sino que además tenían los papeles de la moto en regla.
Según testigos, la diputada y su esposo arrastraron a la moto varios metros y no frenaron para asistirlos. Ellos aducen que no se detuvieron por temor a ser nuevamente asaltados.
Desde su cuenta de Twitter, Piparo insistió con que se trata de una causa politizada, aunque obvió hacer mención al atropello de los jóvenes, por el cual su marido se encuentra detenido.
“Si algunos pensaron que politizando una causa me iban a callar, se equivocaron. Estoy más fuerte que nunca y tantas muestras de apoyo y cariño que me siguen llegando, me fortalecen aún más. Voy a seguir trabajando para que la seguridad sea un derecho de todos”, escribió este lunes.
Si algunos pensaron que politizando una causa me iban a callar, se equivocaron. Estoy más fuerte que nunca y tantas muestras de apoyo y cariño que me siguen llegando, me fortalecen aún más. Voy a seguir trabajando para que la seguridad sea un derecho de todos.
— Carolina Piparo (@CarolinaPiparo) January 11, 2021
Antes que detengan a su marido, la diputada declaró como testigo durante cerca de cinco horas. Entre otras cosas, reconoció que siguieron a los supuestos motochorros pero explicó que su marido aceleró cuando se sintieron en peligro porque ella lo presionó.
“Nosotros íbamos sobre 47, bajando como para el lado de 15, y habremos hecho unas cuatro cuadras cuando vemos a tres motos y uno de los que iban a bordo de una de las motos con buzo turquesa. A mí me pareció que iban dos sujetos en cada una de las motos. Ahí le digo a Juan: son los que nos afanaron. Ahí empieza un seguimiento tranquilo, creo que por calle 8, pero la verdad no me acuerdo, íbamos atrás de las motos, tratando de no perderlos de vista”, le dijo a la fiscal Di Lorenzo.
Video | El momento en que el auto de Carolina Piparo arrastra a los motociclistas
“En una los perdemos de vista, pero cuando doblamos la situación pasa a ser radicalmente distinta, un panorama distinto, porque al doblar lo que veo es cinco motos, con diez tipos, ya no veo tres, y que ahora estaban cerca, delante nuestro, y ahí dije ‘ya está, nos cagaron’, como que nos habían encerrado”, explicó.
“Las motos estaban adelante y me dio la sensación de que bajaron la velocidad, como que las teníamos encima, fue una sensación de encierro, apenas doblamos. Cuando nos encontramos con las motos encima, quisimos escapar de esa situación. Creo que escapamos como para un costado, me doy cuenta obviamente que chocamos, por que sentí un golpe, y le empecé a decir a mi marido que corra, que corra, y le dije con mucha presión: acá los dos no nos morimos”, y le metí mucha presión para escapar, porque las motos seguían atrás”, justificó en su relato.
Para la Justicia, tanto la versión de la diputada y del conductor del auto no cierran. En principio, no se condicen con el relato de los testigos ni con los resultados de las pericias, que indicarían una aparente intención de provocar daño, además del agravante de escapar sin brindarle asistencia a los heridos.
ln / ds