Turismo, sol y playa, un poco de vida “normal” en restaurantes y bares, pinchazo y regreso. Cada día más aviones aterrizan en Estados Unidos abarrotados de argentinos que buscan desconectarse por un rato de las restricciones del Covid y llevarse uno de los bienes hoy más preciados: la bendita vacuna contra el coronavirus, que abunda en territorio estadounidense y que escasea en la Argentina.
El llamado “turismo de vacunas” se expande y no hay dudas de que Miami es el destino principal. Pero con las tarifas de avión y hoteles por las nubes, con vuelos colmados para visitar esas playas, muchos comienzan a elegir otros lugares en Estados Unidos para vacunarse: Nueva York, Washington DC, Orlando, Los Angeles y Houston aparecen como nuevos destinos más fáciles de alcanzar: no tendrán el mar cristalino de Florida, pero sí las dosis que todos buscan llevarse de regreso.
Rafael, de 46 años, prefirió Washington DC para inmunizarse. Esquivó Miami, destino más caro y de alta demanda, y aterrizó en la más tranquila capital estadounidense, luego de una escala en Houston. “Fue más fácil y barato conseguir pasaje”, dijo a Clarín. Al día siguiente ya estaba vacunado. Obtuvo un turno a 50 kilómetros, en el estadio de fútbol americano de Baltimore.
“Me quedé más de 21 días y me di las dos dosis de Pfizer”, afirmó. Después de esta experiencia, en julio piensa volver a Washington con su esposa y sus tres hijos para que ellos también puedan vacunarse y escaparse un poco de las restricciones que se viven en la Argentina. “En Washington se puede salir a comer, a pasear, incluso ver partidos o espectáculos”, remarcó. Aquí ya hace un mes que se habilitó el suministro de Pfizer para los chicos de más de 12 años y se estima que en pocos meses ya se vacunará a los mayores de 8.
Con récord de contagios en la Argentina, la demanda de pasajes para Estados Unidos sigue alta. Entre marzo y junio las frecuencias aéreas fueron incrementándose (autorizadas por la Administración Nacional de Aviación Civil, ANAC) y los vuelos salen llenos.
Se calcula que este mes podrán viajar unos 30.000 argentinos a Estados Unidos, según estimaciones de vuelos autorizados en junio.
Todos los operadores consultados coinciden en señalar que Miami es el destino preferido por las facilidades que ofrece y los vuelos directos. Pero en segundo lugar hoy aparece Nueva York, que empieza a tener mayor demanda, y también se busca Orlando y Los Angeles.
A orilla del mar. Centro de vacunación en South Beach, Florida. Foto de Eva Marie UZCATEGUI / AFP
“Hay quienes optaron por rutas más de negocios, como Houston, Dallas y Atlanta también”, señala Nicolás Posse, gente comercial de Avantrip, y suma Chicago como otra alternativa elegida.
En la agencia Despegar aseguran que Miami, Orlando o Nueva York se encuentran siempre en los rankings de destinos internacionales más elegidos por los argentinos. Pero “en la semana de Hot Sale (venta online que tuvo lugar del 10 al 12 de mayo), notamos que también han elegido planear sus próximas vacaciones en ciudades como Los Ángeles, Washington DC y Fort Lauderdale”, resaltan.
Sylvia March, de Argentina, recibe una vacuna COVID-19 de Pfizer, en el Aeropuerto de Miami, el 10 de mayo. (AFP)
Como la demanda es alta, de a poco se van sumando vuelos. En marzo Aerolíneas Argentinas tenía 4 viajes semanales a Miami. En abril y mayo pasaron a tener 6. Y en junio ya tienen 9 frecuencias semanales. American Airlines confirmó para junio 7 vuelos por semana a Miami, 4 a Dallas y, a partir de mediados de junio, 3 a Nueva York. United Airlines (3 frecuencias semanales a Houston) y Delta (2 por semana a Atlanta) completan la oferta de vuelos directos a ciudades de EE.UU. Además, hay que considerar las otras aerolíneas que ofrecen vuelos con conexiones a Estados Unidos, como Copa Airlines vía Panamá, o LATAM vía Santiago o Lima, por ejemplo.
No es fácil encontrar pasajes a Miami y los precios son elevados, especialmente para los que quieren comprar encima de la fecha. Todos los operadores advierten: a medida que se alejan del día planeado de partida, las tarifas comienzan a bajar.
Para volar a Miami el 20 de junio y regresar el 27, por ejemplo, la tarifa final en Aerolíneas resultó de 400.645 pesos (unos 2.500 dólares). Para comienzos de julio se conseguía ida y vuelta por 317.605 pesos, mientras que para los primeros días de agosto, ya aparecían tarifas ida y vuelta por 233.497 pesos. Para fines junio, en la web de American Airlines, un pasaje a Miami con ida vía Dallas y regreso directo se conseguía hasta por 3.161 dólares.
Se sabe que Miami tiene un bonus track: además de vacunarse, muchos aprovechan para pasar las vacaciones en la playa con la familia y hacer una “vida normal”, ya que Florida salió del estado de emergencia, los restaurantes, bares y shoppings están abiertos y la gente vacunada con dos dosis circula sin barbijo, ese adminículo que ya pasó a ser parte de nuestras vidas pero que en Estados Unidos comienza a abandonarse.
Camila Sergios, de 23 años, viaja esta semana y se vuelve el 26: “Casi todos los años vamos con mi familia (somos cuatro) a Estados Unidos, pero la vacuna fue un plus para volver a esta ciudad. Todos nos vamos a aplicar la Johnson & Johnson porque es una sola dosis”. Como sacaron los pasajes con anticipación, consiguieron por Aerolíneas a 260.000 pesos.
Carlos Lebón, 55 años, viajó el mes pasado a Miami y pudo conseguir pasajes más baratos. “El objetivo del viaje fue vacunarme. Viajé el 6 de abril y volví el 7 de mayo. Me organicé así porque sabía que tenía que esperar 21 días entre la primera dosis de Pfizer y la segunda. El pasaje los saqué con 10 días de anticipación y me salió 2.000 dólares con American Airlines”, cuenta.
Vacunarse en Miami, como en el resto de los Estados Unidos, es muy sencillo. En algunos casos hay que registrarse con anticipación en sitios de la ciudad o en las webs de cadenas de farmacias locales como CVS o Walgreens y se puede elegir la marca preferida. Pero también hay lugares donde se puede ir sin cita previa. La inmunización es gratis, y la identidad solo se prueba con pasaporte o licencia de conducir de Argentina. Si piden una dirección, se puede dar la del hotel. En la ciudad de las palmeras incluso arman puestos rotativos en las playas con hasta 300 dosis diarias. Al caer la tarde, muchas veces sobran las vacunas y los enfermeros salen a viva voz a ofrecerlas a los turistas por la calle.
Pablo Bazzetti, gerente general de la agencia All Seasons, señala que “el promedio de estadía es de una semana a 10 días. Todo el mundo sale a buscar la vacuna monodosis”. Sin embargo, resalta una nueva tendencia: “Algunas personas que se dan las vacunas de dos aplicaciones, optan por aprovechar el tiempo entre una dosis y otra para cruzar al Caribe y luego regresar a Miami para darse la segunda dosis”.
En otros destinos de EE.UU. también el trámite de vacunación es muy fácil y hay múltiples lugares disponibles. El 64% de los estadounidenses se ha vacunado ya con al menos una dosis (el presidente Joe Biden busca que sea el 70% el 4 de julio) y los casos han bajado dramáticamente. Hay cientos de millones de vacunas almacenadas de Pfizer, Moderna, Johnson & Johnson (las tres aprobadas en EE.UU.) para inmunizar varias veces a toda la población y también millones de AstraZeneca, que espera la luz verde de la FDA.
Un cartel que anuncia “Pfizer Today”, la vacuna disponible en Cal State Los Angeles (AFP)
Muchos de los que disfrutan de la playa optaron por Los Angeles en lugar de Miami. “El viaje es un poco más largo, pero preferí ir a desenchufarme allí unos días, vacunarme y visitar amigos”, dice Bartolomé, que vuela en pocos días.
La ciudad de Nueva York ha salido estas últimas semanas a posicionarse como un centro masivo de vacunación para todos, sobre todo para turistas. El alcalde Bill De Blasio llamó precisamente a que la gente vaya a Manhattan a inmunizarse y busca así sacar provecho del “turismo de vacunas” para revitalizar la economía de la ciudad, que el año pasado fue uno de los centros más afectados por el Covid. La hotelería neoyorquina, que suele ser una de las más caras del mundo, está hoy a precios más accesibles.
Centro de Vacunación Covid-19 en el Museo Americano de Historia Natural en Nueva York. Foto: Gabby Jones/Bloomberg
En la Gran Manzana cualquiera puede vacunarse con registro previo en diversos lugares, pero hay puestos de vacunación ambulantes en sitios hiper turísticos como el Central Park, Times Square o la Central Station. La ciudad ha vuelto a vivir con la reapertura de restaurantes, museos y el reinicio anunciado para septiembre de los shows de Broadway y la temporada de la Metropolitan Opera House.
Para Nueva York, Houston, Orlando o Los Angeles los pasajes hoy cuestan más o menos lo mismo que Miami (que suele ser un destino más barato), si se lo saca con la misma anticipación. Pero suele haber más disponibilidad porque la demanda es más baja.
“Históricamente, los precios a Miami eran más baratos que a Nueva York, tanto de hospedaje como de vuelos. Pero en los últimos meses lo superó por la alta demanda por turismo vacuna y por mucha gente de Estados Unidos viajando a Miami que antes no viajaba”, explica Julián Gurfinkiel, cofundador de Turismocity y agrega que esta preferencia por destinos de playa hace que también en Los Ángeles se note un incremento en las tarifas de alojamiento.
Alejandro viajó en abril con su familia: “Toda Florida estaba colapsada de turistas y de gente que iba a vacunarse, casi no había lugares para hospedarse y lo que quedaba era carísimo, más allá de nuestro cambio, aumentaron los precios en dólares”, cuenta.
Muchos de los argentinos que suelen viajar seguido y conocen los principales lugares turísticos de Estados Unidos optan por destinos menos transitados como Houston, Atlanta o Dallas para inmunizarse. Es casi como un viaje de negocios: llegan, se aplican la Johnson & Johnson y se van. El plus es conocer ciudades nuevas y poco transitadas, otra variante en el creciente turismo de vacunas.
Espera en un súper para vacuncarse, al norte del estacionamiento de Toy Story, en el Disneyland Resort (DPA)
Informe: Catalina Deguer
Fuente Clarin