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El intendente de la localidad misionera de Santa Ana quedó envuelto en un escándalo cuando junto a un grupo de punteros y militantes sacaron a los empujones y golpes a un concejal opositor y a varios diputados provinciales de Juntos por el Cambio que habían llegado hasta el edificio comunal para solicitar información sobre el balance del año pasado.
Todo comenzó poco antes del mediodía cuando el concejal Luis Silva llegó a la municipalidad junto a los diputados provinciales Ariel Pianesi, Javier Mela, Gustavo González, los electos legisladores Micaela González Coria, Horacio Loreiro y Germán Kiczka, y otros dirigentes radicales y del Pro.
La comitiva buscaba darle un respaldo a Silva, quien es minoría en el Concejo Deliberante y no logra acceder a los comprobantes de gastos de obras de cordón cuneta y empedrado de calles que realizó el intendente Pablo Castro, del oficialista Frente Renovador de la Concordia Social, cuyo principal representante es el gobernador Oscar Herrera Ahuad.
La presencia de los diputados opositores generó una violenta reacción de Castro, quien convocó a empleados municipales y otros referentes de su espacio político, que comenzaron a increpar al grupo y luego los expulsaron del edificio a empujones y algunos golpes, pese a la presencia de la Policía, que intentaba aplacar los ánimos.
El incidente derivó en una denuncia penal que realizó González Coria en la comisaría de Santa Ana. En su presentación dijo que llegaron a la municipalidad para hablar con el intendente Castro sobre la rendición del presupuesto 2020 y que en un determinado momento se vieron rodeados de alrededor de 50 o 60 personas que empezaron a increparlos.
La electa diputada dijo que fue agredida físicamente y sacada a empujones por Mariela Scholles y un hombre de apellido Morales.
El concejal Silva contó que cuando pidió acceder a la documentación del balance le dijeron que debía acudir al Tribunal de Cuentas de la Provincia. “Cuando nos retirábamos para hacer una exposición en la comisaría porque no me quisieron entregar las documentaciones para revisar, nos encontramos con unas 50 ó 60 personas dentro del lugar. El intendente nos acusó de macristas, y la gente empezó a gritarnos, nos empujaron y nos sacaron a todos de mala manera. Lo único que queríamos era ver los comprobantes”, sostuvo.
Desde Juntos por el Cambio dijeron que el concejal Silva realizó numerosas presentaciones para acceder a los comprobantes de algunos gastos que resultaban llamativos y que, supuestamente, fueron destinados a obras de empedrado de calles y cordón cuneta.
El balance de Castro había sido aprobado la semana pasada por los concejales oficialistas en una sesión exprés.
Ante la falta de respuesta del alcalde, los dirigentes opositores decidieron acompañar a Silva para hacer una presentación de acceso a la información pública, generándose el enfrentamiento con Castro y sus seguidores.
En la tarde de este miércoles, Juntos por el Cambio emitió un comunicado repudiando las agresiones sufridas por sus dirigentes en Santa Ana. “Entendemos que lo sucedido es una nueva muestra de abuso de poder por parte del Frente Renovador en Misiones. Una vez más, vemos como los gritos y los golpes de unos pocos buscan silenciar la disidencia democrática y generar miedo en el electorado misionero en vistas de las elecciones nacionales de septiembre”, señalaron desde la conducción.
“Las imágenes que hoy circulan son la respuesta de un gobierno que ve amenazado su poder y actúa en consecuencia a través de las patotas municipales y los violentos de siempre”, sostiene el comunicado.
El diputado provincial Gustavo González lamentó que desde el Gobierno de Herrera Ahuad no haya repudiado los actos de violencia y dijo que este jueves plantearán lo sucedido en la sesión de la Legislatura.
Misiones. Corresponsal
LM
Fuente Clarin
