En un encuentro en Tel Aviv que marcó el deseo de los gobiernos de Argentina e Israel por dar una vuelta de página las tensiones bilaterales por sus diferencias respecto al conflicto en Oriente Medio, el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello fue recibido este jueves por el primer ministro de Israel Naftali Bennett.
Argüello, que hace años tiene una aceitada relación con la comunidad judía argentino y estadounidense, está en una visita en Tel Aviv organizada por el gobierno israelí para 10 embajadores acreditados ante los Estados Unidos y la ONU, de distintas regiones del mundo.
Es un programa de encuentros con las máximas autoridades del gobierno nacional. Es en ese marco que mantuvo una conversación con el nuevo premier israelí.
“Transmití al premier israelí los saludos cordiales de Alberto Fernandez y sus mejores deseos para la gestión que comienza”, dijo Argüello.
Bennett señaló su vocación de mantener un encuentro con el presidente argentino, “en Israel o en Argentina, para darle -así- continuidad al positivo diálogo directo iniciado a partir de la visita de Fernández a Israel (cuando estaba Benjamin Netanyahu), al comienzo de su gestión en enero 2020”, dijo el embajador ante una consulta de Clarín.
También destacó lo que consideró como “la vibrante presencia de las colectividades judías y argentinas en los respectivos países”, señalando que “están dadas las condiciones propicias para profundizar aún más la ya excelente relación que nos distingue”.
En el encuentro no incluyeron los asuntos de la agenda bilateral -a cargo del embajador Sergio Uribarri- sino temas de la agenda global: la pandemia Covid-19, el cambio climático, la progresiva polarización de las sociedades en los distintos países.
Con respecto a la situación Medio Oriente, y en referencia a Irán dijo que “no hay diferencias en la política que sigue su gobierno y el gobierno anterior (de Netanyahu)” y que “la prioridad del estado de Israel consiste en evitar que ese país desarrolle armas nucleares”, agregando que “debería ser la prioridad de todos”.
Igualmente, la entrevista que tuvieron es importante por la tensión expresada hace unas semanas por la embajadora Galit Ronen. La diplomática dijo que el comunicado argentino condenando la incursión bélica de Israel en Gaza -que no mencionaba el terrorismo de Hamas- no representaba el nivel de amistad entre los dos paises. Después, Tel Aviv protestó por la posición argentina en la ONU sobre el conflicto.
En lo que hace a la política doméstica, manifestó: “Presido la coalición más diversa de la historia de Israel”, destacando la presencia en la misma de representantes árabes y su alianza con el partido United Arab List, de Mansour Abbas.
“Este gobierno supone un experimento positivo para superar la polarización que se verifica en la mayoría de las sociedades contemporáneas. Nadie cede su identidad ni sus convicciones. Conocemos nuestras diferencias y privilegiamos la decisión de trabajar juntos”, dijo en referencia a esa alianza.
En el marco de esta visita hubo también encuentros con el nuevo presidente de Israel, Isaac Herzog (“compartimos el compromiso por lograr verdad y justicia en el caso AMIA”, señaló ) y con el canciller Yair Lapid, que la semana pidió justicia para la causa AMIA en ocasión de un nuevo aniversario del ataque terrorista de 1994.
NE
Fuente Clarin