Las pintadas barriales en época de campaña son más que habituales en la política vernácula, mucho más en el conurbano bonaerense. Por lo general una agrupación partidaria tapa las leyendas contrarias en los muros del lugar, pero en San Miguel es diferente.
La policía, alertada por las cámaras de seguridad que deberían usarse precisamente para eso, seguridad, son malversadas para el interés político no solo del partido de gobierno, sino que en San Miguel también cuidan los grafities del partido opositor en la llamada “grieta” que en el municipio no pasa por ahí. Eso si, cuando hay alguna denuncia que roce algún interés de alguna de las 3 Comisarias, nadie se mueve, si lo sabrá un carbonero amigo. Incluso se menciona a un sub comisario que facilitaría toma de terrenos, mientras su jefe parece ignorarlo. Habría fotos y cámaras ocultas. ¿Sera así? Si no se hace lo que se debería, podría haber escarmientos.
Hace pocos meses atrás el secretario del Concejo deliberante que preside Hugo Reverdito, aseguro que Joaquín de la Torre, el padrino político de Jaume Méndez, le pagaba a todos los opositores, lo sintomático es que nadie salió a desmentirlo y ya es vox pòpuli que la oposición, esta comprada con fondos negros que solo podrían provenir de dos lugares, la corrupción o el narcotráfico.
En cuanto a las pintadas, hace unos días, la policía echo de mala manera a un grupo del Frente Barrial Santa María, que pretendía exhibir en los muros sanmiguelinos un llamado pidiendo por Lucía Costa, la joven que murió incendiada por culpa una habilitación trucha, por los 16 ancianos muertos en un traslado municipal del geriátrico Bello Horizonte de San Miguel, así como sostener la solidaridad con los trabajadores del hospital Larcade, 75 en total que tuvieron que renunciar por falta de suministros y otras falencias propias de la salud en San Miguel

Lo que llama la atención es que solo a este sector no se le permite hacer pintadas reclamando y las del oficialismo de Juntos y las de PJ- FDT, se las puede ver una al lado de la otra. Mientras tanto, Don Joaquín, dice ser un bonaerense, buena gente…
Claramente esta actitud favorece a la sociedad integrada por Juanjo Castro, Jaime Mendez y Franco Laporta, hombre de la política y los negocios. Cabe recordar que fue Secretario de Obras Públicas, interventor de lotería y ocupo el lugar que hoy detenta la esposa de Sergio Massa en Aysa, por lo que aun debería rendir algunas cuentas. Como dijimos su relación con De la Torre es muy estrecha y con muchos intereses en común.
Mientras tanto como muestra del oportunismo político, De La Torre se acoplo como furgón de cola a la lista de Facundo Manes, un científico que apoyo la ley del aborto, cuando el propio De La Torre, como católico línea Opus Dei, se mostraba contrario a esta ley. Hasta donde estará dispuesto el denominado Joaquín en transar valores para su beneficio?
Gane quien gane la política en San Miguel nada cambiara. Dignos discípulos de Lampedusa.