
En este sentido, el primer ministro británico Boris Johnson pidió el viernes a los países ricos que pongan “dinero sobre la mesa” para desatascar las negociaciones climáticas en la COP26. “Eso es lo que hace falta que suceda en las próximas horas”, explicó Johnson y añadió: “No podemos resolverlo todo en la COP, pero podemos empezar”.
Buscando un terreno común, este segundo borrador de resolución, aún provisional, le pide a los países “la supresión progresiva de la energía producida con carbón sin mitigación y de las ineficaces subvenciones a los combustibles fósiles”. Las centrales eléctricas a base de carbón “sin mitigación” son aquellas que no utilizan tecnología de captura de dióxido de carbono (CO2) para compensar parte de los gases que emiten a la atmósfera.
Se trata de una mención sin precedentes a estos combustibles, incluidos el gas y el petróleo, ampliamente responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento del planeta. Sin embargo, su formulación es más suave que la del primer borrador, que pedía simplemente “acelerar el abandono del carbón y la financiación de los combustibles fósiles”.
El tema del carbón es sensible para muchos países que dependen de ese combustible para su crecimiento económico, como China y la India, y para aquellos que lo exportan, como Australia. Arabia Saudita, primer productor mundial de petróleo, también está entre los países que han presionado en torno a estos puntos.
“La línea clave para eliminar gradualmente los subsidios al carbón y los combustibles fósiles se ha debilitado críticamente (en el texto), pero sigue ahí y debe fortalecerse nuevamente antes de que se cierre esta cumbre”, expresó en Twitter la directora de Greenpeace, Jennifer Morgan quién también instó a los negociadores de Glasgow a “escuchar” el pedido de los jóvenes y de los países en desarrollo y “aislar” a los Gobiernos que acudieron a la cumbre “para arruinar el progreso” de la lucha contra el cambio climático.
Organizaciones como Oxfam y Amigos de la Tierra también apuntaron a las naciones más poderosas como las autoras de una maniobra para modificar el artículo sobre los combustibles fósiles. La vocera de Amigos de la Tierra, Sara Shaw, alertó sobre la necesidad de evitar que el acuerdo final contenga “lagunas y zonas grises” que permitan burlar el compromiso del Acuerdo de París de impedir que la temperatura del planeta supere los 2°.
Vanessa Pérez-Cirera, responsable de la ONG WWF, lamentó que “el borrador revisado haya retrocedido en áreas claves” aunque destacó que “el aumento a corto plazo de los compromisos climáticos para 2022 siga figurando en el texto, aunque todavía sea insuficiente. Los delegados de 194 países, reunidos desde el 31 de octubre en la ciudad escocesa de Glasgow, tienen como misión determinar cómo cumplir los compromisos del Acuerdo de París para limitar la temperatura global a no más de 2° C, idealmente a 1,5°.
Fuente Ambito