El 21 de julio de 1969, Neil Armstrong, de 38 años, y Edwin Aldrin, de 39, se convirtieron en los primeros hombres en pisar la superficie de la Luna. En el interior de la nave Apolo 11, tal vez internamente muerto de envidia, les esperaba Michael Collins, de 38 años, al frente del módulo de mando. Su gesta fue seguida desde todos los rincones del mundo, y los tres astronautas se convirtieron en héroes planetarios. Y, como tales, fueron recibidos por ciudadanos entusiasmados de todo el mundo. Y eso incluía Madrid, donde no sólo llegaron y triunfaron, sino que terminaron fotografiándose con una montera en la cabeza y un traje de luces en la mano. Arribaron los tres «caballeros del… Ver Más
Fuente ABC