«Destapé a la niña y la noté gelatinosa, con un color raro y entre el mareo que tenía, ¿vale? iba a tirarme por la ventana. Fue la reacción que tuve». Con ese desapego y en tono monocorde relató ayer Adriana Ugueto ante el tribunal cómo descubrió, según ella, que su hija Carolina de cinco años estaba muerta en la cama del hotel «Los Bracos» de Logroño. Ese relato choca de pleno con el de la Fiscalía para quien Adriana y su madre Olga drogaron a la pequeña con Noctamid, una benzodiacepina, y sin ninguna posibilidad de defensa de la criatura, presionaron su boca y su nariz hasta cortarle la respiración (llevaba un chupete en la boca) y asfixiarla. A la… Ver Más
Fuente ABC