Según el abogado Alejandro Broitman, representante de la familia de la víctima, una de las pruebas contundentes para imputar a Flores consistió en que “el horario del deceso de Marcelo Longhi no va más allá de las 13 horas”, por lo que “la fiscal estima que murió en el campo” de la localidad de Tomás Jofré, de donde el socio de la víctima dijo que lo vio salir a las 13.35 del día en que fue hallado muerto horas después a la vera de una ruta.
Por su parte, la víctima fue hallada asesinada a golpes y con el cuello quebrado el pasado 13 de enero en la caja de su camioneta Ford Ranger detenida entre unos pastizales, a unos 15 metros de un camino rural que se cruza con la ruta provincial 47, en el acceso al paraje La Choza, en el límite entre Luján y General Las Heras, en el noroeste del Gran Buenos Aires.
Los pesquisas determinaron que adentro de la camioneta estaba el teléfono celular de la víctima, que se conectó por última vez a las 14.20 del miércoles, mientras que en proximidades del puente del arroyo La Choza, a un kilómetro del lugar del hallazgo de la camioneta, se detectaron huellas de arrastre.
Inicialmente, los investigadores creyeron que Longhi había salido a las 13.35 de ese día de su campo ubicado en la localidad de Tomas Jofré rumbo a Navarro con 180.000 pesos con los que tenía previsto comprar dos novillos, aunque las pruebas científicas derribaron esa pista, según los informantes.
“La oferta por los carneros nunca existió. Era toda una fantasía creada por Achard”, remarcó al respecto Broitman, quien confirmó que Achard estuvo presente en el velorio de Longhi, donde “permaneció mucho tiempo” y se “mostró acongojado pero, al mismo tiempo, estaba frío”.
Fuente Ambito