En alusión a la frase de la vicepresidente sobre “funcionarios que no funcionan”, el dirigente ruralista señaló: no funciona el revoleo de bolsos llenos de dólares, ni el recuento de pilas de billetes mal habidos”. Contó que hubo 6 modificaciones al discurso por los cambios en el Gobierno.
En su largo y duro mensaje contra el Gobierno, al dejar inaugurada oficialmente la 134° Exposición Rural en Palermo, el titular de la Sociedad Rural Nicolás Pino se refirió de manera implícita a la vicepresidenta Cristina Kirchner, aludiendo no solo a la sonada frase vicepresidencial de “funcionarios que no funcionan”, sino también a algunas escenas de corrupción de las gestiones del kirchnerismo.
Fue cuando, parafraseando la afirmación de Cristina en medio de la violenta interna del Frente de Todos, que por carta disparó lo de “funcionarios que no funcionan” poniendo los forzados alejamientos de numerosos funcionarios del gobierno Alberto Fernández, Pino tomó aquella mención para señalar: “Ya sabemos lo que no funciona: no funciona el revoleo de bolsos llenos de dólares, ni el recuento de pilas de billetes mal habidos”. Fue uno de los pasajes más aplaudidos de la inauguración.
“Basta de robarle a la gente su dignidad”, disparó el dirigente rural en su discurso.
En la exposición que hizo sobre los diferentes sectores que componen el universo agrario, Pino insistió en que “el campo está unido y de pie” y que el sector “produce, no hace promesas”.
En ese sentido, exigió al Gobierno “cumplir nuestra Constitución Nacional”. Pino, quien admitió entre risas que debieron modificar seis veces el discurso inaugural por las idas y vueltas con los cambios en el Gobierno, calificó de “ilegales e inconstitucionales” a las retenciones a las exportaciones del agro. Sobre el nuevo Gabinete, insistió que Agricultura debe “seguir manteniendo el rango ministerial”.
En su discurso en la apertura oficial de la Exposición Anual, el presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, criticó duramente las medidas del gobierno, pero extendió un crédito inicial al nuevo ministro. Dijo que las retenciones son “ilegales e inconstitucionales”, criticó el “saqueo al campo” y resaltó que en el primer semestre la agroindustria aportó USD 19.000 millones, 90% más que la media histórica para ese período. Mención a los ataques mapuches en la Patagonia
“Y nos dicen especuladores”
Al respecto, precisó que en el primer semestre del año el sector agroindustrial aportó USD 19.000 millones a las arcas del Banco Central, algo que –subrayó, saliendo al cruce de las acusaciones oficlales, incluso del propio presidente Alberto Fernández, quienes insisten en acusaciones de especulación y mezquindad en la liquidación de divisas- “resulta un récord absoluto y supera a la media histórica en un 90 por ciento”,
“Parece mentira que nos hayan calificado de especuladores”, dijo Pino, quien destacó que mientras para importar insumos el campo paga un dólar de cerca de USD 300, un productor sojero recibe por sus exportaciones un dólar de menos de 100 pesos. Además, dijo que el “saqueo al campo” ha hecho que en los últimos 20 años el sector pagara USD 130.000 millones en impuestos, suma equivalente a lo que se invirtió en el Plan Marshall, de ayuda a la reconstrucción europea tras la segunda guerra mundial. Sin embargo, enfatizó, la situación social está peor que cuando las retenciones se reimplantaron, en 2002. Los gobernantes, dijo, deberán dar cuenta de estos ante la sociedad.
Pino dijo que mientras en promedio las actividades económicas aportan el 42% al Estado, “el campo supera ese promedio y llega a entregar, en concepto de impuestos, un 70 por ciento”, algo que calificó de “discriminatorio y quizás hasta confiscatorio”.
“El gobierno intervino en las exportaciones de carne, provocando que cayeran un 11% en el último año”, afirmó. Paradójicamente, señaló, “bajo el pretexto de proteger con precios bajos el consumo de la población, lo que consiguieron fue hacer subir esos precios” debido a la falta de “soluciones verdaderas” contra “la inflación creciente que afecta a todos los argentinos”.
La inflación, enfatizó, “no se baja con controles de precios; se baja eliminando el mal gasto del Estado”. El resultado de la intervención gubernamental en el mercado de carnes está a la vista, apuntó: “el consumo de carne bovina en Argentina ha caído a un piso histórico”, algo que consideró “un reflejo directo del deterioro del salario”.