Detrás de este surrealista suceso se encuentra un recién llegado al pueblo desde la ciudad. El denunciante asegura que Carmina ha estado durante meses mugiendo a un volumen insoportable, mientras que los dueños aseguran que fueron unos días solamente y que ahora mismo está más calmada. “Berraba, como todas las vacas”, explica Roberto Pandiello, hijo de los dueños de la explotación, a ‘La Voz de Asturias’, y lamenta haber llegado a este punto por una incongruencia en la normativa municipal. “Esto es una zona rural y los animales siempre estuvieron. Hay una nueva tendencia de gente que se muda a entornos rurales y no comprende que esto no son urbanizaciones. En una granja con animales es normal que haya ruidos”El Ayuntamiento de Siero ya ha recibido el recurso de la familia ganadera y tendrá que volver a realizar las mediciones pertinentes. “No sabíamos nada de esto y podemos justificarlo aunque sea ridículo justificar los mugidos de una vaca”, explican los ‘padres’ de Carmina, que se mantiene al margen de este surrealista caso mientras pace tranquilamente.
Fuente ABC