El Salvador, a quien S&P Global Ratings otorgó una calificación de CCC+, siete niveles por debajo del grado de inversión, está tratando de reorganizar su deuda externa para evitar caer en impago. Actualmente, cuenta con alrededor de 670 millones de dólares en bonos con vencimiento el 24 de enero.
“China ofreció comprar toda nuestra deuda, pero debemos andar con cuidado”, dijo Ulloa a Bloomberg al margen de un evento en Madrid. “No vamos a vender al primer postor, hay que ver las condiciones”, agregó Ulloa, cuando se le preguntó sobre una posible reestructuración de deuda.
La nación centroamericana recompró bonos con vencimiento en 2023 y 2025 con una oferta pública que cerró en septiembre. Además, esperaba lanzar una nueva oferta para adquirir la deuda restante, que se cotiza a unos 90 centavos por dólar, tan pronto como este mes.
El vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa (REUTERS/José Cabezas/Archivo)
Sin embargo, Ulloa dijo que en enero se realizaría una segunda oferta pública, antes de que venza el pago del principal. El país se detuvo las tenencias de los llamados derechos especiales de giro, o activos de reserva mantenidos en el Fondo Monetario Internacional, para financiar la recompra, acotó.
“El Ministerio de Hacienda junto con el Banco Central están preparando las condiciones de la segunda recompra”, siguió Ulloa.
Si bien El Salvador probablemente podrá evitar un default soberano en 2023, “en nuestra línea de base, las reservas desaparecerían si el Gobierno pagara la amortización de los eurobonos de 2025″, escribieron los analistas de Oxford Economics Felipe Camargo y Lucila Bonilla, en una nota el mes pasado.
El Salvador ostenta actualmente la calificación de riesgo más baja de Centroamérica, de parte de Moody’s, S&P y Fitch Ratings.
(Por Alonso Soto y Esteban Duarte – Bloomberg)