Un 11 de marzo del 2008, hoy hace 16 años, el hoy senador nacional, Martín Lousteau firmaba la resolución 125 que proponía retenciones móviles de poco más del 50% y acompañado por el kirchnerismo llegó a poner al país al borde de una guerra civil. Nunca fue admitido, pero hubo versiones provenientes , incluso del oficialismo de aquel momento, que indicaba la posible renuncia de Cristina Kirchner a la presidencia.
Fue la única vez que casi todo (había sectores productivos que veían bien esa salvajada contra el campo) el sistema productivo estuvo unido luchando por una causa.
Los autoconvocados dieron una lección de ciudadanía y compromiso como no hemos vuelto a ver.
Desde ese momento, los argentinos nunca más nos volvimos a unir. La política captó a varios de los que surgieron como representantes. El sistema productivo estuvo mudo y dividido militando espacios políticos en vez de causas productivas.
La ya histórica Resolución 125, que establecía un esquema de retenciones móviles y que provocó la inmediata reacción de los productores agropecuarios, cumple este lunes 16 años desde su lanzamiento.
“La 125”, como se la conoce popularmente, fue rechazada por el Congreso pocos meses después de haberse conocido, en una sesión que también pasó a la historia.
La iniciativa fue impulsada por el actual senador Martín Lousteau, quien el 11 de marzo de 2008 era ministro de Economía de la ex presidenta Cristina Kirchner.
La medida establecía un esquema de retenciones móviles: los productores que exportaran más de 750 toneladas de soja mensuales debían pagarle al Estado una tasa ampliada del 44% al 48,7%, de acuerdo con la cantidad exportada. Con los recursos obtenidos por ese gravamen, se pensaba crear un Fondo de Redistribución Social Solidario.
“Nadie dice que la soja es mala. Pero sí tiene profundos efectos en el resto de las actividades productivas: encarece el precio de la tierra y tiene un impacto laboral muy bajo”, sostuvo Lousteau, al momento de defender las retenciones móviles.
La resolución se hizo pública el 11 de marzo de 2008 y provocó el inmediato rechazo del campo, que comenzó a realizar un lock out patronal con piquetes en rutas de todo el país. La protesta dio origen a la Mesa de Enlace, ya que, las cuatro entidades del campo hasta aquel momento, realizaban sus propuestas y reclamos por separado.
El enfrentamiento entre el Gobierno y los productores fue escalando y finalmente Cristina Kirchner envió un proyecto al Congreso para que esa Resolución se convalide por medio de una ley. Así, en julio de 2008, el proyecto llegó al Senado: tras una sesión maratónica, la votación quedó igualada, por lo que el vicepresidente Julio Cobos tuvo que desempatar.
“Mi voto es no positivo”, dijo el ex funcionario para justificar su rechazo a la “125”. Finalmente, el 18 de julio de aquel año, la polémica Resolución fue derogada, pero aquellos meses marcaron el quiebre del kirchnerismo con la dirigencia agropecuaria.
Durante la semana pasada, en ocasión de la muestra ExpoAgro, las retenciones fueron objeto de debate: por caso, la canciller Diana Mondino dijo que los derechos de exportación son “una desgracia”.
También el ex presidente Mauricio Macri se expresó en contra y dijo: “El sector agropecuario tiene una gran potencialidad y el Gobierno lo sabe, esperemos que vayan desafectando los impuestos. Hay que insistir con la baja de las retenciones, el Gobierno sabe que es un impuesto muy dañino y que tiene que eliminarlo lo antes posible”.