Buenos Aires- 4 de enero de 2025-Total News Agency-TNA- El 9 de febrero de 1975, la entonces presidenta María Estela Martínez de Perón promulgó el Decreto 261/75, dando inicio al Operativo Independencia en el norte argentino.
Este decreto instruía a las Fuerzas Armadas y de seguridad a actuar en la provincia de Tucumán, con el objetivo de “neutralizar y aniquilar” a los grupos irregulares que buscaban declarar la zona como “liberada”.
El operativo de contrainsurgencia se tradujo en enfrentamientos y acciones represivas contra organizaciones guerrilleras como el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y Montoneros, así como contra partidos políticos, sindicatos y diversas organizaciones sociales.
Guillermo H. Sottovia, uno de los impulsores de la convocatoria de febrero, describe la situación en Tucumán como un “Vietnam”, donde “estos ejércitos irregulares entraban a los pueblos, los tomaban, saqueaban y ejecutaban a civiles y militares”.
Sottovia añade que “no era distinto en las ciudades, solo que la violencia urbana era llevada a cabo por medio de bombas, secuestros, asesinatos a docentes, diplomáticos, industriales, gremialistas, personal militar, de seguridad, periodistas y clérigos”. A esta conmemoración se sumarán veteranos uruguayos que lucharon contra la subversión, junto a familiares de víctimas. En Tucumán, se rendirá homenaje a los soldados y civiles inocentes que perdieron la vida, buscando dar visibilidad a una historia que ha sido ignorada por sucesivos gobiernos. “Uno tras otro, han dejado solos a los familiares de las 21.200 víctimas”, señala Sottovia.
El mensaje de la convocatoria es claro: abogar por la pacificación sin ocultar los aspectos más complejos del pasado. “Llevaremos un mensaje de pacificación pero sin ocultar la otra parte de la historia. Por una verdadera paz, justicia y memoria completas, puesto que una historia a medias es una mentira que repercute interna y externamente”, enfatiza Sottovia.
En el libro “Argentina, no me olvides”, Sottovia y el ex montonero Luis Roberto Labraña, conocido por haber propagado el falso número de los 30.000 desaparecidos, concluyen que ambos bandos estaban convencidos de que sus acciones salvarían a la patria, tal cual se observa en el libro Argentina, No me olvides.
Sin embargo, advierten que esto solo resultó en un “baño de sangre que duró desde 1964 hasta comienzos de los años 80”, dejando un legado de pérdidas y sufrimiento.
Este homenaje busca honrar la memoria de aquellos que sufrieron en el conflicto, promoviendo un entendimiento profundo y respetuoso de la historia argentina.