Buenos Aires-10 de febrero de 2025-Total News Agency – TNA – En un clima de creciente malestar, familiares y allegados de efectivos de las fuerzas de seguridad federales se congregaron para reclamar mejores condiciones salariales y laborales para los agentes en actividad. La protesta, organizada por el entorno de los uniformados debido al temor de estos últimos a sufrir represalias económicas, puso de manifiesto la crítica situación que atraviesan los gendarmes, quienes perciben sueldos que, según los manifestantes, resultan insuficientes para cubrir necesidades básicas.
Una de las mujeres presentes en la movilización, esposa de un gendarme, expresó con indignación que los agentes son enviados a combatir el narcotráfico y la delincuencia percibiendo apenas 700 mil pesos mensuales, cifra que calificó como “vergonzosa”. Además, enfatizó las dificultades que enfrentan las familias de los efectivos destinados lejos de sus lugares de residencia: “Las esposas de los gendarmes no podemos trabajar porque estamos aisladas, lejos de nuestras familias. ¿Con quién dejamos a nuestros hijos? Nos están abandonando. ¿Qué pasó, señora ministra Patricia Bullrich? Usted prometió cuidar a su gente”, reclamó, visiblemente afectada.
La misma manifestante subrayó que muchas familias de agentes con más de 15 años de servicio viven por debajo de la línea de pobreza, y denunció que los altos mandos no representan ni defienden a los efectivos que están en la primera línea de acción. “A quienes son enviados a Rosario o a operativos especiales les descuentan incluso los viáticos. Se están olvidando de quienes protegen al pueblo”, lamentó.
Por su parte, un efectivo retirado señaló que la problemática afecta principalmente a los grados inferiores, quienes deben lidiar con sueldos que apenas alcanzan para sobrevivir. “Un gendarme recién ingresado cobra unos 750 mil pesos, y si tiene que alquilar, se le van entre 350 y 400 mil pesos. Es imposible vivir así. Los jerárquicos pueden ajustar gastos en cosas como gimnasios o salidas, pero los de abajo no tienen margen”, explicó.
El malestar se intensificó luego de que la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, anunciara un aumento salarial de emergencia del 5 %, medida que fue calificada como insuficiente por los manifestantes. Este ajuste, lejos de calmar los ánimos, avivó las críticas hacia la gestión del gobierno en materia de seguridad y condiciones laborales.
La movilización del pasado viernes se suma a recientes protestas internas realizadas frente al Edificio Centinela, en la Ciudad de Buenos Aires, y al Monumento a la Bandera, en Rosario. Sin embargo, para evitar represalias contra los efectivos en actividad, las próximas convocatorias continuarán siendo lideradas por familiares y amigos, quienes buscan visibilizar una situación que consideran insostenible.
Las familias de los gendarmes exigen respuestas concretas y un compromiso real por parte de las autoridades, mientras denuncian que la precariedad salarial y las condiciones de trabajo indignas no solo afectan a los agentes, sino también a las comunidades que dependen de su protección.