Jerusalén, 18 de abril de 2025 (Total News Agency) – En medio de tensiones crecientes, Israel está considerando un ataque limitado a las instalaciones nucleares de Irán, a pesar de la falta de apoyo explícito por parte del presidente estadounidense, Donald Trump. Fuentes cercanas al gobierno israelí han revelado que, aunque Trump ha expresado su preferencia por continuar con las negociaciones diplomáticas, Israel no ha descartado la posibilidad de una acción militar en los próximos meses.
El primer ministro Benjamin Netanyahu ha sido claro en su postura: cualquier acuerdo con Irán debe incluir el desmantelamiento total de su programa nuclear. Esta firmeza se mantiene mientras negociadores de Estados Unidos e Irán se encuentran en Roma, llevando a cabo su segunda ronda de conversaciones preliminares sobre el tema nuclear.
En 1981, Israel bombardeó el reactor nuclear de Osirak, en el Irak de Sadam Husein, pese a la oposición de Washington. Israel también admitió en 2018 que había lanzado un ataque aéreo de alto secreto once años antes contra un reactor nuclear en el este de Siria.
Israel ha planteado a la administración Trump varias estrategias para atacar las instalaciones nucleares iraníes, con plazos que se extienden hasta el verano boreal. Estas propuestas incluyen una combinación de ataques aéreos y operaciones de comandos, diseñadas para retrasar el avance nuclear de Teherán por meses o incluso años, según fuentes familiarizadas con los planes.
A pesar de la preferencia de Trump por priorizar el diálogo diplomático, funcionarios israelíes consideran que podrían llevar a cabo un ataque limitado que requeriría menos apoyo del gobierno estadounidense. Sin embargo, la ejecución de tal movimiento podría complicar las relaciones con Washington y afectar el respaldo más amplio que Israel recibe de Estados Unidos.
El Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha enfatizado que, aunque no descartan un ataque por parte de Israel, no tienen prisa en apoyar acciones militares contra Irán. Trump ha declarado su deseo de ver a Irán prosperar pacíficamente, pero también ha advertido sobre las consecuencias de una segunda opción que podría ser perjudicial para Teherán.
Por su parte, Irán está al tanto de las posibles intenciones de Israel y ha prometido una respuesta contundente si se lleva a cabo un ataque. Un alto funcionario de seguridad iraní ha indicado que cualquier acción militar provocaría una reacción firme e inquebrantable por parte de Teherán.
La situación sigue siendo incierta, y aunque Israel aún no ha tomado una decisión definitiva sobre el ataque, las implicaciones de tal acción podrían reconfigurar el panorama político y de seguridad en la región. La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de estos acontecimientos, conscientes de su potencial impacto en la estabilidad global.