Roma, 25 de abril de 2025-Total News Agency -TNA-En un contexto de creciente tensión y especulación en el Vaticano, se ha confirmado que el cardenal Angelo Becciu no participará en el próximo cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco. Esta decisión, que se ha convertido en un tema candente entre los cardenales, se basa en dos cartas que el Pontífice dejó claramente indicando su deseo de excluir a Becciu, quien ha estado en el centro de un escándalo de corrupción desde su destitución en 2020.
Según el diario italiano Domani, el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado y figura clave en la Curia, mostró a Becciu las cartas firmadas por el Papa, una de las cuales data de marzo de este año, cuando Francisco enfrentaba una grave enfermedad. A pesar de que Becciu ha sostenido su inocencia y ha criticado la justicia vaticana, considerándose un chivo expiatorio de conspiraciones en su contra, su participación en el cónclave parece estar irrevocablemente comprometida.
Becciu, quien fue uno de los colaboradores más cercanos de Francisco al inicio de su pontificado, fue destituido de su cargo como prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos tras ser acusado de malversación de fondos y corrupción. En el juicio que se le siguió, conocido como el “juicio del siglo”, fue condenado a cinco años de prisión, lo que marcó un hito en la historia de la Santa Sede, siendo el primer alto funcionario en ser juzgado de tal manera.
A lo largo de las reuniones preparatorias del cónclave, que se han llevado a cabo bajo un estricto juramento de secreto, la situación de Becciu ha sido un tema recurrente. Aunque inicialmente el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, se mostró favorable a la reintegración de Becciu en la lista de electores, la comunicación clara del Papa ha dejado poco espacio para la ambigüedad. El cardenal Kevin Farrell, camarlengo y responsable de la sede vacante, también ha confirmado que el Papa no desea la participación de Becciu en el cónclave, informó hoy Elisabetta Piqué en La Nación.
A pesar de la presión y la exclusión formal, Becciu ha intentado mantener su posición, argumentando que no existe documentación oficial que respalde su exclusión y que, por lo tanto, tiene derecho a participar en la elección del nuevo Papa. Sin embargo, su insistencia ha sido vista como un desafío directo a la autoridad del Pontífice, lo que ha generado un clima de tensión entre los cardenales.
Las congregaciones generales, que han sido descritas como un espacio de debate intenso y secreto, han visto la participación de 149 cardenales en la última reunión, donde se discutieron temas cruciales sobre la situación de la Iglesia y el futuro liderazgo. Durante estas discusiones, se ha pedido a los cardenales que eviten dar entrevistas, en un intento por controlar la narrativa y evitar filtraciones que puedan comprometer la integridad del proceso.
En un giro adicional a esta saga, ha surgido una propuesta por parte del cardenal Claudio Gugerotti para establecer una comisión de cinco cardenales que evalúe la posible readmisión de Becciu. Sin embargo, esta propuesta ha encontrado resistencia, con cardenales como Konrad Krajevski y Gugerotti expresando su oposición a la inclusión de Becciu en el cónclave.
Mientras tanto, el clima en el Vaticano se ha vuelto cada vez más tenso, con filtraciones de información que han exacerbado las divisiones existentes. La comunidad católica y el mundo están a la espera del desarrollo de estos acontecimientos, que no solo determinarán el futuro liderazgo de la Iglesia, sino que también pondrán a prueba la capacidad del Vaticano para manejar sus crisis internas.
El próximo lunes, tras el funeral de Francisco, se llevará a cabo la siguiente congregación general, donde se espera que lleguen más cardenales y se reanuden las discusiones sobre la controversia que ha monopolizado el debate pre-cónclave. En este contexto, la figura de Becciu seguirá siendo central, mientras el Vaticano se enfrenta a un momento decisivo en su historia reciente.