Tokio, 20 de mayo de 2025 – Total News Agency-TNA -Una nueva operación naval del Ejército Popular de Liberación de China ha encendido las alarmas en Asia-Pacífico y aumentado la tensión estratégica con Estados Unidos. Cinco buques de guerra chinos fueron detectados navegando por el estrecho de Miyako, una vía marítima clave situada al suroeste del archipiélago japonés, en dirección al mar de Filipinas. El movimiento forma parte de una creciente actividad militar del gigante asiático más allá de sus aguas territoriales y refuerza su intención de desafiar el dominio naval estadounidense en la región.
El paso por el estrecho de Miyako no solo tiene un valor táctico, sino también simbólico: se trata de uno de los puntos de acceso a la denominada “primera cadena de islas”, una franja geoestratégica que Estados Unidos considera vital para contener la proyección marítima china. Esta cadena comprende territorios y bases clave de Japón, Taiwán, Filipinas y otros aliados occidentales, desde donde Washington mantiene una presencia militar activa.
Según información proporcionada por el Estado Mayor Conjunto del Ministerio de Defensa de Japón, la presencia de la flota china fue registrada dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) japonesa. Si bien la navegación internacional no está prohibida en estas zonas, los ejercicios militares extranjeros sin notificación previa suelen ser considerados actos hostiles o, al menos, provocaciones diplomáticas.
Además del movimiento en el estrecho de Miyako, imágenes satelitales captadas el domingo 18 de mayo mostraron tres buques de guerra chinos operando a 229 millas náuticas al este del extremo sur de Taiwán, lo que sugiere un despliegue coordinado en puntos sensibles del Pacífico Occidental. Esta es la segunda ocasión en lo que va de 2025 en que la Armada china actúa simultáneamente cerca de Japón y Taiwán.

Un mensaje directo a Washington
China continúa ampliando su presencia en aguas internacionales estratégicas, con una marina que ya supera los 370 buques, incluyendo modernas unidades tipo 075, diseñadas para operaciones anfibias de alta intensidad. Este poderío naval, el mayor del mundo en términos numéricos, apunta a fortalecer la capacidad de proyección de Beijing en un escenario donde se consolidan las fricciones con Estados Unidos.
El despliegue ocurre en paralelo a ejercicios militares chinos alrededor de Taiwán, isla autogobernada desde 1949 pero considerada por Beijing como parte inseparable de su territorio. El control del Estrecho de Taiwán y el dominio de las rutas marítimas que atraviesan el mar de China Oriental y el mar de Filipinas son considerados elementos centrales de la estrategia china para modificar el equilibrio de poder en el Indo-Pacífico.
Regionalización del conflicto
La creciente militarización de la región y el endurecimiento de las posturas tanto de China como de Estados Unidos reavivan el riesgo de incidentes que puedan escalar. Voceros militares estadounidenses y expertos en seguridad han advertido que el Indo-Pacífico atraviesa una etapa crítica, en la que las demostraciones de fuerza se convierten en mecanismos de disuasión, pero también en potenciales disparadores de conflicto.
Mientras tanto, Japón sigue de cerca los movimientos navales en sus alrededores. En los últimos años, Tokio ha incrementado su gasto en defensa y reforzado sus alianzas con Estados Unidos, Australia y Filipinas como parte de una estrategia de contrapeso frente al avance chino.
La navegación de buques militares chinos en rutas clave del Pacífico Occidental, sin aviso ni coordinación, confirma una estrategia deliberada de Beijing para erosionar la hegemonía naval estadounidense y reconfigurar el equilibrio geopolítico en una de las regiones más sensibles del planeta.
TNA