Buenos Aires, 5 de junio – Total News Agency-TNA–La media sanción en Diputados al proyecto que modifica la fórmula de movilidad jubilatoria encendió las alarmas en los mercados financieros. En una jornada marcada por la tensión, los bonos en dólares operaron en baja y el riesgo país volvió a escalar, rozando nuevamente los 700 puntos básicos, un umbral que inquieta tanto a inversores como al Gobierno nacional.
El índice de riesgo país que elabora el banco J.P. Morgan trepó 3,8% y se ubicó en 688 unidades, reflejando el malestar de los mercados ante el posible impacto fiscal que implicaría una actualización más generosa para los haberes jubilatorios.
Los bonos soberanos en moneda extranjera profundizaron la tendencia negativa. El Global 2046 lideró las pérdidas con un retroceso del 1,3%, seguido por el Global 2035, que cayó 0,9%, y el Bonar 2041, que descendió 0,8%. La reacción de los inversores fue inmediata y contundente ante un proyecto que, de convertirse en ley, podría representar un mayor gasto público y dificultar la meta de equilibrio fiscal que promueve la administración de Javier Milei.
Además del factor previsional, las consultoras del sector financiero apuntan otra causa de incertidumbre: la postergación de la primera revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que fue aplazada para fines de julio. Según expertos de la consultora Outlier, esta demora sugiere que el Gobierno enfrenta más dificultades de las previstas en materia de acumulación de reservas internacionales, un indicador clave para el cumplimiento del programa acordado con el organismo multilateral.
En este contexto, el avance legislativo de una medida que implicaría una mayor erogación del Estado genera inquietud en medio de una política económica centrada en el ajuste. El oficialismo ya anticipó que buscará frenar el proyecto en el Senado, mientras que el presidente Milei lo calificó como un “ataque al equilibrio fiscal”.
El repunte del riesgo país representa un claro mensaje de los mercados: cualquier desviación del sendero de austeridad será castigada con desconfianza y presión sobre los activos argentinos. La tensión entre el Congreso y el Poder Ejecutivo promete profundizarse a medida que se acerquen nuevas instancias de votación y se acumule el impacto en la plaza financiera.