Washington, 22 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA-El gobierno de Estados Unidos confirmó este domingo la ejecución de una ofensiva aérea sin precedentes contra el programa nuclear iraní. Bajo el nombre en clave de Operación Martillo de Medianoche, el Pentágono desplegó 125 aeronaves —entre ellas siete bombarderos B-2 Spirit— y un submarino de ataque con capacidad nuclear, en un ataque coordinado que golpeó con precisión tres de las instalaciones nucleares más protegidas de Irán: Fordow, Natanz e Isfahán.
Según explicaron en conferencia de prensa el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Dan Caine, la operación se preparó durante meses en absoluto secreto y representa “la misión más compleja y extensa con bombarderos furtivos desde los ataques del 11 de septiembre de 2001”.
Coordinación global y uso de armas sin precedentes
El ataque, que comenzó en la medianoche del viernes al sábado hora de Teherán, fue lanzado desde múltiples frentes. El “paquete de ataque principal” lo conformaron siete B-2, cada uno con dos tripulantes, que despegaron desde la base Whiteman en Misuri. Los bombarderos cruzaron el Atlántico, sobrevolaron el sur de Europa y fueron reabastecidos en vuelo por aviones cisterna estratégicamente posicionados.
Simultáneamente, un segundo grupo de aeronaves fue enviado hacia el Pacífico como maniobra de distracción. Mientras tanto, desde el océano Índico, un submarino estadounidense clase Virginia lanzó más de 24 misiles de crucero Tomahawk contra centros de comando y logística en la región de Isfahán.
El objetivo principal fue golpear las instalaciones de Fordow, emplazada dentro de una montaña a 80 metros bajo tierra. Allí, por primera vez en combate, se utilizaron 14 bombas GBU-57A/B Massive Ordnance Penetrator (MOP), cada una de 14.000 kilos de peso, diseñadas específicamente para destruir estructuras subterráneas reforzadas.
En total, se emplearon unas 75 armas guiadas de precisión, incluyendo 57 bombas penetradoras adicionales, con apoyo de cazas F-22 y F-35 que despejaron el espacio aéreo iraní de posibles amenazas tierra-aire.
Sin respuesta iraní y daño “extremadamente grave”
El Pentágono informó que ningún sistema antiaéreo iraní fue activado y que no se registraron intentos de intercepción por parte de cazas iraníes, lo que indicaría que la operación logró mantener la sorpresa táctica total.
“El ataque duró menos de 30 minutos en el interior del espacio aéreo iraní. Fue quirúrgico, silencioso y devastador”, aseguró el general Caine. De acuerdo con los informes preliminares de evaluación de daños, los tres complejos nucleares sufrieron “daños extremadamente graves”, aunque el análisis completo requerirá varios días.
Imágenes satelitales difundidas por la empresa Maxar Technologies y verificadas por medios como Reuters y The Guardian muestran amplios cráteres y colapsos estructurales en Fordow, mientras que en Natanz y en las instalaciones de Isfahán se detectan signos de destrucción en las plantas de enriquecimiento y almacenamiento.
Trump: “No buscamos la guerra, pero responderemos con fuerza”
El presidente Donald Trump, quien regresó el sábado a Washington desde su residencia de Bedminster, Nueva Jersey, encabezó desde la Sala de Crisis el monitoreo en tiempo real de la operación. En un mensaje televisado, afirmó: “Estados Unidos no busca la guerra, pero no permitiremos jamás que Irán obtenga un arma nuclear. Esta operación es un mensaje claro: si nos atacan, responderemos con una fuerza que no podrán imaginar”.
Trump también aclaró que no se trata de una declaración de guerra, sino de una “acción defensiva para salvaguardar la paz regional y global”, y advirtió que cualquier represalia iraní será respondida “de manera abrumadora”.
Repercusiones internacionales y advertencia de Irán
Desde Teherán, el ministro de Relaciones Exteriores, Abás Araqchi, calificó el ataque como una “agresión flagrante” y anunció que Irán “se reserva todas las opciones” para responder. “Esto tendrá consecuencias duraderas. Estados Unidos ha cruzado una línea roja”, declaró en conferencia de prensa.
En tanto, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) convocó a una reunión de emergencia de su junta de gobernadores para el lunes en Viena, mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que “Irán nunca debe adquirir la bomba nuclear” y exhortó a una “vuelta urgente a las negociaciones diplomáticas”.
Alemania, por su parte, instó a Irán a “reanudar inmediatamente el diálogo con Estados Unidos e Israel”, mientras el alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, advirtió sobre el riesgo de una “escalada catastrófica” en Medio Oriente.
La Operación Martillo de Medianoche constituye la acción militar más decisiva de Estados Unidos en lo que va del siglo XXI contra un adversario con capacidad nuclear latente. Si bien oficialmente se descarta un cambio de régimen, la magnitud del ataque marca un giro dramático en la postura de Washington y podría redefinir el equilibrio geoestratégico en Medio Oriente.