Gran estrategia migratoria del PP emplaza su presentación en octubre
Madrid, 29 de septiembre de 2025 — Total News Agency-TNA —El Partido Popular (PP) ultimará en los próximos días un ambicioso plan de política migratoria, que será dado a conocer en la primera quincena de octubre en Madrid. En los pasillos de Génova ya circulan los ejes principales de la hoja de ruta con la que la formación busca reforzar su posición frente al PSOE, rivalizar con Vox y captar la atención del electorado moderado.
Tres ejes para redefinir la inmigración
El proyecto se estructura en torno a tres pilares fundamentales:
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Proximidad cultural como filtro cualitativo
El PP pretende que la inmigración priorice rasgos culturales afines: idioma, costumbres españolas e integración previa. En ese sentido, se anticipa la propuesta de un sistema de visado por puntos, inspirado en modelos como el de Canadá o Australia, que valorará criterios laborales, culturales y de cooperación de los países de origen. -
Restricción del acceso a prestaciones sociales
Una de las medidas clave será desvincular el empadronamiento del derecho a prestaciones no contributivas para inmigrantes irregulares. Además, el PP propondrá vincular las ayudas al cumplimiento de una “contribución efectiva” al sistema, impidiendo que los subsidios se conviertan en un incentivo para residir en el país sin trabajar. -
Inmigración ajustada a necesidades laborales
El plan dotará al Estado de la potestad para decidir qué tipos de inmigrantes admitir, en función de los sectores que demanden mano de obra. Esto implica que la residencia de larga duración dependa también del desempeño laboral previo, no solo del tiempo legal de estancia.
A su vez, el PP propone que los inmigrantes que cometan delitos graves pierdan automáticamente su permiso de residencia. En casos de reincidencia —incluso en delitos leves— tampoco podría mantenerse el estatus legal.
Intensificación política y diagnóstico sociológico
El plan cobra impulso en un contexto de creciente tensión política, donde la inmigración ha emergido como tema decisivo. Estudios sociológicos recentísimos señalan que buena parte del electorado la considera ya un factor clave —antes predominante entre votantes de derecha, pero con creciente presencia en segmentos más amplios— y que episodios regionales pueden inclinar el mapa político, especialmente en territorios con identidades fuertes como Cataluña.
Este diagnóstico ha acelerado los tiempos. Feijóo convocó este fin de semana a los presidentes autonómicos del PP en Murcia para someter la agenda migratoria a una intensa deliberación colectiva.
Además, en la dirección del proyecto migratorio juegan papeles centrales la eurodiputada y vicesecretaria Alma Ezcurra y el diputado madrileño Rafa Núñez Huesca. Ambos coordinan la ideación de las propuestas con el objetivo de que calen como compromisos concretos en caso de llegar a la Moncloa.
Riesgos, críticas y escenarios de disputa
La estrategia del PP no estará exenta de críticas. Desde el PSOE y partidos de izquierda ya se advierte que el discurso puede transitar hacia lo excluyente o discriminatorio. En el PP mismo existen voces que plantean que imitar demasiado a Vox podría reforzar a ese partido en lugar de desactivarlo.
Otro foco de tensión será el encaje del endurecimiento migratorio con las reivindicaciones históricas del PP en algunas comunidades —por ejemplo, la defensa de la Hispanidad o la solidaridad con inmigrantes iberoamericanos— lo que podría generar resistencias internas o deslindes ideológicos.
Finalmente, el éxito del plan dependerá de su capacidad para traducirse en propuestas concretas de ley, debatidas en el Parlamento, y de que logre marcar la agenda política como eje central en la campaña electoral que se vislumbra cercana.

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