Por Dr. Jorge Corrado*
“El que no quiere pensar, es un fanático, El que no puede pensar, es un débil mental, El que no osa pensar, es un cobarde”
Bacon
Buenos Aires-4 de Octubre de 2025-Total News Agency-TNA- En éstas últimas semanas se produjeron hechos relevantes referidos a la salida a superficie de manifestaciones constitutivas de todo el proceso constitutivo narco. Si bien estas situaciones se producen en Argentina desde varias décadas, parecería que la opinión pública recién los descubre y por supuesto los medios tratan de explicar lo inexplicable, sin conocer los elementos conceptuales básicos para analizar una situación estratégica de primer nivel como las que nos toca vivir en éste convulsionado 2025. En verdad no tienen obligación de saberlo porque son periodistas o “analistas de la información” o “desinformación” según quien pague la tinta de los periódicos.
Comencemos entonces: Para que exista Narcotráfico deben darse tres condiciones:
- Acceso a las Redes de Poder (Corrupción)
- Mucho capital (grandes volúmenes de dinero “negro a blanco”)
- Aparatos de violencia propios. (Como el negocio es ilegal, si hay incumplimiento hay sanción de muerte “privada”).
El primer punto es de vieja data y arranca en los 80’ (Post Malvinas) con la contracultura social del “reviente” a fin de transformar a una sociedad que no era adicta en consumidora, para ello se utilizó un sinfín de maniobras indirectas (cultura, música, libertinaje social, destrucción de la escuela pública, pauperización de grandes sectores sociales, anulación de todo sentido de orden en la sociedad). A tal fin el financiamiento narco de las campañas políticas encontró un vehículo adecuado para lubricar el sistema de toma de decisiones político-judicial-policial con el fin de despejar el camino y lograr la libertad de acción adecuada a la propagación de la amenaza, que ya se transformaba en Riesgo Estratégico, al afectar a todos los factores de poder de un Estado. Y no un mero hecho de seguridad pública como aún hoy se lo considera.
Pensemos que según datos de la ONU Argentina es mayor consumidor de cocaína y marihuana de América (exceptuando EEUU), y considerando el segundo punto no hay casi condenados por lavado de dinero….Qué paradoja…Otro milagro argentino!!
Este fenómeno tumoral siguió desarrollándose sin oposiciones y a partir de los 90’ con la caída del Muro y la creación de Foro de San Pablo, la vieja maniobra Castro Guevarista de la insurrección armada, encontró en su alianza fáctica con los grupos narcotraficantes especialmente colombianos el combustible indispensable para proseguir sus objetivos estratégicos de toma del poder, no ya con el fusil sino con la penetración política, la desintegración moral y el relativismo de los valores a través de una aceitada maniobra psico social, denominada “Socialismo Siglo XXI”, o actualmente Globalismo a escala planetaria. (Tandem Lula-Chavez-Morales-Correa-Kirchner y sus secuaces posteriores).
Siguiendo las máximas de Sun Tsu cuando expresaba “La Estrategia nunca se ve…sólo es visible la Táctica” llegamos al 2025, donde los tres elementos constitutivos del NARCOTRÁFICO SALEN A LA LUZ EN FORMA DE ESPANTO SOCIAL.
Los casos del candidato Espert, coqueteando oscuramente con narcos financistas centroamericanos, y los vínculos indisimulables de Taiana abrazado con el Narcoterrorista de Maduro (otrora valijas de Antonini Wilson mediante), sólo por tomar dos casos de candidatos de los partidos más importantes, demuestran la penetración indisimulable de las finanzas narco en la política. Viene a mi mente la foto en 2002 del presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York Richard Grasso abrazado con Manuel Marulanda (Jefe delas FARC) en la selva colombiana. Hermoso “Tour de Narcolavado”…Sin palabras.

Y parecería que éste primer elemento constitutivo traza una línea al último eslabón de la cadena, el atroz asesinato de tres jóvenes en ese gran basural que es Gran Buenos Aires, dónde el incumplimiento de los “contratos narco” no se canaliza con una carta documento o una demanda judicial, sino con la desintegración física del demandado. Y la “Madre de Todas las Batallas” no es la electoral en Buenos Aires, sino la decapitación del núcleo operativo narco. Cabe acotar que en México en los últimos 12 años han sido asesinados y descuartizados 180.000 personas, entre funcionarios de los tres poderes, militares policías y todo aquel que se oponga a los cárteles. México ha dejado de existir, fentanilo mediante, como país independiente, los Cárteles han asumió el Poder a través de su títere la presidente actual. Es el ejemplo a seguir por Argentina?
Con la evolución histórica del narcotráfico, y su gran poder corruptor de todas las estructuras sociales, nos encontramos en 2025 con una etapa evolutiva del mismo, donde agregada a su magnífica flexibilidad estratégica para la maniobra de captación y conservación del negocio, está el ESTADO-NACION en proceso de disgregación, donde sobresalen la dispersión jurídica, imposibilidad de retención exclusiva de la soberanía y el monopolio del la fuerza, carencia de previsiones estratégicas ante la diversidad y complejidad del conflicto en evolución, además de la imposibilidad legal de tomarlas de acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico vigente.
Si no se revierte éste proceso histórico nos encontraremos con un Estado feudalizado, un vacío de Poder o una transferencia del mismo, en favor de estructuras supranacionales, de carácter Imperial, o de sus vicarios regionales. Se hace indispensable cambiar las vetustas leyes de Defensa y Seguridad Interior, que han imposibilitado el planeamiento estratégico de los Riesgos en Acto y crear de manera urgente un SISTEMA DE SEGURIDAD NACIONAL, hoy ausente, donde el primer paso es constituir un sistema de planeamiento estratégico e inteligencia estratégico a nivel regional a través de un Tratado de Defensa y Seguridad Colectiva con Brasil, como paso inicial.
La actual Estrategia se Seguridad lanzada por el presidente Trump en estos días “América Primero”, constituye el anclaje político-estratégico para lanzar una reformulación integral de nuestra Política de Seguridad Nacional.
Ante el Riesgo Estratégico presente en EEUU por parte de diversos actores Iberoamericanos vinculados al Narcoterrorismo, especialmente la vinculación Petro-Maduro como salida al caribe de la producción narco (alianza Farc-Cártel de los Soles y sus derivados) y la introducción del fentalino vía China-México), la administración republicana ha decidido crear una nueva Estrategia de Seguridad Nacional, que tiene prioridad estratégica en el área sudamericana en detrimento de otros espacios geopolíticos como Medio Oriente y Europa.
De allí el salvataje financiero del Tesoro al presidente argentino a fin de lograr obtener una situación de estabilización financiera dado que es su aliado más importante en América del Sur, considerando a Petro (Colombia), Lula (Brasil) y Boric (Chile) como remanentes políticos de la vieja alianza “Narco Socialista”.
Tendremos en nuestro País la capacidad estratégica para captar esta acelerada modificación estratégica en Occidente? Volveremos a perder la oportunidad de reformular en serio nuestro inexistente sistema de Seguridad Nacional?
En la actualidad podríamos conceptualizar al narcoterrorismo como un Conflicto de Baja Intensidad (CBI), pero de Alta Probabilidad.
La riqueza de los narcotraficantes les confiere poder territorial, político y militar. Y aunque pareciera en superficie carente de sustento ideológico, está siendo considerado un factor subversivo, constituyéndose en una cuestión estratégica de primer orden, en prioridad de la dirigencia política de los países involucrados y en una cierta categoría de conflicto de Baja Intensidad.
Para EEUU éstos son conflictos larvados en países en vías de desarrollo, que afectan los intereses estadounidenses y que podrían llegar a involucrar en forma limitada a sus fuerzas armadas. El crecimiento del narcotráfico en cualquier país, determina un paralelo aumento de la narco dependencia. Sus fuentes financieras y logísticas se entroncan con la narcoguerrilla y la internacionalización de los conflictos en las vastas zonas en que operan.
- Conflictos de Baja Intensidad: desde la teoría estratégica ésta forma fue denominada “hija de la estrategia de la disuasión” o “guerra moderna”. Utiliza el temor a la guerra total. Busca imponer la propia voluntad al enemigo mediante el desgaste, aplicando el concepto de “guerra prolongada”, mediante el empleo de procedimientos tácticos basados en el ingenio, la astucia y el dominio de la población civil dentro del mismo territorio gobernado por el sistema político atacado.
Esta última rompe todos los esquemas ortodoxos de la guerra regular. Se tipifica como “guerra irregular” o “guerra de guerrillas”, dónde históricamente se conocieron las “guerras revolucionarias” y, aún hoy, el narcoterrorismo con sus características distintivas: UNIVERSALIDAD, PERMANENCIA, INTEGRIDAD Y TOTALIDAD.
La definición aparece clara en el “Dictionary of Military and Associated Terms”:
“El Conflicto de Baja Intensidad es una lucha político-militar limitada, para lograr objetivos políticos, sociales, económicos o psicológicos. Es, muchas veces, prolongado y varía desde presiones diplomáticas, económicas y psicosociales hasta el terrorismo y la insurgencia. El CBI normalmente está limitado a un área geográfica, y muchas veces se caracteriza por constreñimientos en las armas, tácticas y en el nivel de violencia”.
Parecería que las fundamentales enseñanzas del Gral. Beaufré sobre estrategia indirecta tienen como discípulos aplicados y obedientes a los narcotraficantes, que desarrollan en su accionar al pie de la letra las enseñanzas del maestro. Veamos algunos ejemplos: dice Beaufré: “…La estrategia indirecta no es más que la aplicación de la formula general de la estrategia a valores extremos de ciertas variables, la fuerza (reducida al mínimo) y el tiempo (considerablemente aumentado)…” “…En estrategia directa, el factor fuerzas materiales es preponderante, el factor moral es mucho menos importante y el factor tiempo relativamente corto. En estrategia indirecta, la importancia relativa de las variables resulta invertida, convirtiéndose el factor moral en el elemento preponderante”
“…El elemento psicológico -siempre presente en toda estrategia- desempeña un papel determinante. Se trata de sustituir la fuerza material de que se carece por una ideología bien construida…En suma es la materia gris que sustituye a la fuerza…”
De nada nos serviría nuestra capacidad intelectual si somos culturalmente indiferentes a éste conflicto. Si nos planteamos legalizar la droga, o asociarnos a sus negocios financieros, es demostrativo QUE NO POSEEMOS FUERZA MORAL PARA SUSTITUIR A LA FUERZA FISICA, QUE TAMPOCO POSEEMOS. Por ende, en principio el procedimiento indirecto, también resultaría en principio inadecuado, pareciendo que los narcotraficantes como aventajados discípulos del general francés.
Las modernas Guerras de Séptima Generación, o Guerras Híbridas son conceptualmente el componente estratégico de la maniobra, utilizando a bajo escala el factor militar, pero profusamente los medios de comunicación y la desinformación de la opinión pública, con el objetivo de quebrar o desintegrar la voluntad de oposición de la población y por ende facilitar la llegada al poder de empleados a sueldo de las grandes estructuras financieras internacionales, verdaderos dueños del negocio. Lo que vemos todos los días en los medios (llámese el Chapo, la serie de Escobar, los Monos y los Monitos, el peruanito Pequeño J, y otros facinerosos de pacotilla) son la capa del torero, que obnubila, distrae, perturba, debilita al toro, hasta el punto que se somete suplicando que el matador le dé la estocada final.
Existen en Argentina estructuras de Inteligencia Estratégica para ver al propietario de la corrida de toros? Sólo analicemos que el actual jefe del Servicio de Inteligencia del Estado es Técnico Mecánico (¿?) y si tomamos del año 84 a la fecha ningún Ministro de Defensa y Seguridad a nivel nacional o provincial fue especialista en temas Estratégicos y Polémológicos (estudio científico de las modernas formas de los conflictos y las nuevas formas operativas de guerras), podemos claramente deducir la respuesta a la crisis de seguridad que nos envuelve.
Para el autor Brian Crozier la estrategia indirecta de diseminar las drogas, explotando la misma de manera sistemática, representa las siguientes ventajas:
– El tráfico proporciona divisas del mundo financiero, que sirve para “lubricar” todo tipo de operaciones clandestinas, incluidas operaciones terroristas.
– La salud y la moral de las fuerzas occidentales serán vulneradas. El “factor humano” de las defensas, debilitado, sin recursos de rápida rehabilitación.
– Los colegios y centros educativos constituyen un blanco prioritario, ya que son la cuna de los futuros dirigentes occidentales.
– Minar, y si es posible destruir la filosofía puritana y tradicional del trabajo: “the work ethic”, es decir el orgullo del trabajo bien hecho.
– La pérdida de la influencia de la iglesia y la religión.
– Si el mundo occidental está ligado al destino de los EEUU, y a su posición como poder mundial, una vez que su sociedad se haya entregado a las drogas, “estaría madura para el caos y la desintegración”.
– Los estragos provocados por la droga resultarían atribuibles a la corrupción y a la naturaleza misma de las “decadentes sociedades capitalistas”.
– El campo de acción estratégico para ésta acción resulta ilimitado: salud pública, enseñanza, productividad, justicia, servicios secretos, defensa, seguridad interior, mediante
la corrupción y el chantaje.
El narcotráfico se introduce en el bagaje de elementos capaces de influir en el equilibrio estratégico mundial. Deteriora la productividad, eleva sideralmente los costos sanitarios y sociales, destruyendo al sujeto de toda geopolítica: EL HOMBRE y al mismo andamiaje democrático por la corrupción y la criminalidad que le resultan indispensables aliadas. POR ESO SE TRATA DE UNA AMENZAS ESTRATÉGICA A LA SOBREVIVIENCIA DEL ESTADO Y NO UN MERO HECHO DE SEGURIDAD PÚBLICA.
Clausewitz decía: “La guerra no es un choque entre dos fuerzas, sino entre dos voluntades”. Las Fuerzas Armadas y el Poder Judicial, son víctimas permanentes de estrategias indirectas de comunicación. Una recordada máxima de Napoleón decía: “en la guerra moral se relaciona con lo físico en proporción de 3 a 1 “.-
El Mariscal de Campo Bernard Montgomery, nos enseña: “En la guerra el enemigo está claro. En la paz, una Nación se enfrenta con un adversario más insidioso, la debilidad interior, la cual por sí sola ocasiona la ruina de grandes naciones….el peligro interior estará siempre presente y debe mantenérsele dominado… si un lujo exagerado se apodera de los hombres de una Nación y se descuidan las cualidades marciales, ésa Nación probablemente se hundirá. La moral es el factor más importante sobre el cual se levanta el potencial guerrero…”.-
En el conflicto del narcoterrorismo es donde la escalada y el empleo de medios militares
no constituye el elemento esencial. “A mayor hundimiento moral de un país, mejorarán significativamente las posibilidades del enemigo”.
Siguiendo las enseñanzas del Gral Beaufré podemos establecer que el narcoterrorismo al utilizar la estrategia de la acción por el modo indirecto, da importancia trascendental a la llamada “maniobra exterior”. A éste respecto dice el general francés:
“…La idea central de la maniobra exterior es asegurarse el máximo de libertad de acción, paralizando al adversario con mil lazos de disuasión, como los liliputenses supieron encadenar a Gulliver…Los procedimientos de disuasión empleados van desde el más sutil al más brutal; se apelará al respeto de las formas legales del Derecho Interno e Internacional, se pondrá de manifiesto los valores morales y humanitarios y se tratará que el adversario tenga mala conciencia de su lucha, haciéndole dudar de la justicia de su causa; así se creará una oposición en su opinión interior, en tanto que si se puede, se soliviantará tal o cual fracción de la opinión internacional…”.-
Siguiendo esta línea argumental, vemos en la práctica como ésta estrategia del narcotráfico obtiene resultados significativos:
Ya en la década de los 80’, cuando el narcotráfico comienza a actuar masivamente en nuestro país a través dela infiltración en los partidos políticos y su financiamiento, la opinión pública, funcionarios, personalidades civiles y militares relevantes, consideraban exageradas las pocas advertencias que se levantaban sobre la inminente agresión a la Argentina. Actualmente con el mismo relativismo se rechazan los síntomas de que la agresión de los narcotraficantes ya la está sufriendo el país, y que ningún hogar puede considerarse a salvo en cuanto a que uno de sus integrantes pueda caer como víctima.
Existen seis “I” que motivan nuestra decadencia como Nación: Indiferencia, Incumplimiento de los deberes del Estado y del ciudadano, Incoherencia, Ineptitud, Ideologismo en detrimento de los valores cristianos aplicados, e Injusticia.
El ex jefe del Comando Sur de EEUU, general de cuatro estrellas George Joulwan, refiriéndose al narcoterrorismo en los países de centro y sudamérica, dijo en Buenos Aires:
“…son sus democracias las que están siendo violadas, sus hijos los que se vuelven adictos y son sus jueces, sus policías y militares los que se corrompen…” Y agregó “…el problema del narcotráfico se ha convertido en una de las hipótesis de conflicto que maneja la conducción político-militar norteamericana…”
Sepamos que estamos indefensos ante esta agresión transnacional. Los cimientos de nuestras instituciones están siendo corroídos desde hace años. Ante el probable agravamiento del conflicto venezolano, el narcoterrorismo se expandirá indefectiblemente hacia áreas donde el Estado se encuentre ausente y carezca de “Imperium”.
Nuestro sistema de Defensa está magníficamente adecuado a amenazas del siglo XIX. Carece de previsiones estratégicas, por ignorancia o complicidad. Es el resultado de las Leyes de Indefensión que supimos conseguir. Cuando despertemos a la realidad, será demasiado tarde.
*Dr. Jorge Corrado.
Director del Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires. Profesor del Campus Internacional de la Defensa. Sevilla. España. Profesor del Instituto Superior de Seguridad Pública de la Ciudad de Buenos Aires. Profesor Titular de Estrategia y Geopolítica UCALP.