La flexibilidad y el pragmatismo que expuso Javier Milei en las últimas horas tanto en el manejo de la política doméstica como en la diplomacia demuestran la necesidad de urgencias que tiene el Gobierno para acelerar cuanto antes la reactivación de la economía en la Argentina y dar muestras de gobernabilidad inmediata.
El Presidente aceptó los cambios que exigieron senadores y gobernadores para aprobar la Ley Bases y el paquete fiscal en la Cámara alta pero siete horas después de esa victoria legislativa alcanzada por el desempate de Victoria Villarruel, el Gobierno se plantó ante los diputados dialoguistas con un mandato de Milei: para sancionar ese paquete de leyes con el “espíritu fundacional” de la Argentina que pretende el Presidente se deberá insistir con lo aprobado por Diputados.
Planes en Diputados
La estrategia del Gobierno que empezó a rodar el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en su primera reunión con los jefes de bancada de LLA, Hacemos, los radicales y el PRO implicará desactivar todos los acuerdos sellados en el Senado. Sustancialmente la idea de Milei contempla restituir Ganancias y Bienes Personales además de insistir con el texto original de privatizaciones, RIGI, reforma laboral y blanqueo.
Los diputados del PRO y de la LLA aceptan este cambio de planes con la flexibilidad expuesta por Milei. Pero en el bloque de la UCR y la bancada que lidera Miguel Pichetto hay dudas. “No podemos romper acuerdos que se avalaron en el Senado. Esto sería cortar el diálogo entre ambas Cámaras y poner en riesgo futuras leyes”, dijo a El Cronista un encumbrado legislador radical.
El pragmatismo del presidente no parece reparar en esos menesteres. Está dispuesto a flexibilizar los acuerdos para instrumentar en lo inmediato el paquete de la Ley Bases. El núcleo central de esto radica en la necesidad de avanzar cuanto antes en las reformas de fondo que se propuso el Gobierno y dar muestras de gobernabilidad sumado a un clima de mejora en las condiciones de inversiones.
Algunas preguntas quedan sin responder en la Casa Rosada ante la estrategia de flexibilidad que propone ahora Milei: ¿Qué pasará con el denominado Pacto de Mayo si se quebranta lo acodado en el Senado? ¿Seguirá existiendo respaldo pleno de los gobernadores dialoguistas con el Presidente? ¿Habrá peligro de gobernabilidad en el futuro inmediato?
Desde la Casa Rosada un influyente funcionario fue tajante respecto a la idea de gobernabilidad: “La ratificación de gobernabilidad no depende del aval o no del Congreso sino que está atada al mandato popular que la ciudadanía le dio al Presiente”, dijo. La interpretación de gobernabilidad que hace Milei y sus allegados resulta novedosa y desafiante a la vez.
Gobernabilidad y paciencia ciudadana
Sin embargo, esa misma gobernabilidad queda sujeta al humor social. La última encuesta de opinión pública de la consultora Taquion, reveló que al parecer la paciencia ciudadana en Milei se mantiene intacta.
A pesar de que los resultados de la gestión “no sean los esperados”, no es seguro que los argentinos vayan a retirarle el apoyo al presidente Javier Milei asegura este sondeo. En datos concretos: 6 de cada 10 argentinos creen que la sociedad está viviendo una etapa de ruptura total con el pasado, en medio de incertidumbres y cambios.
Asimismo, el 63% está dispuesto a darle tiempo al Gobierno para ver mejoras (al menos hasta octubre). Y uno de cada dos encuestados tiene una imagen positiva del jefe de Estado.
El Gobierno cree que esa aceptación popular se mantiene a costa de pragmatismo y adaptación a la realidad constante. Flexibilidad de ideas que le llaman algunos. Groucho Marx en forma directa: “estos son mis principios, si no le gusta tengo otros”, diría.
Vaivenes en política exterior
En la práctica esto no sólo ocurre con la política doméstica sino también en el plano internacional. China acaba de renovar el tramo de swaps de monedas vigente que fue activado en 2023 por el equivalente a u$s 5000 millones quitándole tensión a las reservas internacionales, ante un vencimiento en dos semanas de u$s 2900 millones.
Como parte de este acuerdo Xi Jinping pidió que Milei acepte la invitación a Beijing y el Presidente aceptó el desafío. No hay fecha para ese viaje, aunque como adelantó El Cronista la semana pasada es probable que sea para fin de año o en los primeros días de 2025. De cualquier manera, esa visita implica un cambio radical de Milei respecto de su mirada del gobierno chino, que al igual que Brasil, catalogó como un “país comunista corrupto”.
Una vez más, el pragmatismo y la flexibilidad de opinión se imponen en la hoja de ruta de Milei. La canciller Diana Mondino y el embajador argentino en China, Marcelo Suárez Salvia, ya empezaron las gestiones para armar esa visita a China.
No obstante, en la Casa Rosada advierten a modo de aclaración necesaria: “un viaje del Presidente a China no implicará que la Argentina se aleje del alineamiento que estableció el gobierno con potencias mundiales como Estados Unidos, Israel o la Unión Europea con quienes comparte valores e ideologías”, dijeron.
La sobreactuación de Milei en la cumbre del G7 en Italia forma parte de ese alineamiento automático con las grandes potencias que están enfrentadas a China.
En política exterior es probable acomodar los negocios con las necesidades por afuera de ideologías. Aunque la Argentina deberá dar más muestras que un viaje a China o un alineamiento con Washington para sumar inversores. La seguridad jurídica de un país, el no cambio de reglas de juego permanentes o la confianza de los inversores no se gana de un día para el otro. Y muchas veces el pragmatismo o la flexibilidad de posturas puede jugar en contra.
Fuente El Cronista