Las personas que aseguran tener poderes paranormales son legión. Y cada vez son más y más. Básicamente porque es un curro rentable. Que deja ganancias mayores a las que podría obtener un empleado de comercio. O cualquier otro rubro.
Son aquellos que juran poder ver el futuro (precognición), o conocer lo que ocurre a miles de kilómetros de allí (clarividencia), o adivinar lo que piensa otra persona (telepatía), o mover objetos con la mente (telequinesis). Pero nada que ver.
Cuando se los pone a prueba jamás logran demostrar esas pretensiones. Uno lo hace desde 1995, ofreciendo 10 mil dólares a quien logre probar que posee alguno de esos poderes, u otros. Como encontrar agua con una varilla (rabdomancia), o logre salir de su cuerpo (proyección astral), o lo que sea.
No soy nada original: veintenas de organizaciones escépticas de todo el mundo hacen lo propio. En la Argentina, los precursores fueron tres incrédulos llamados Alejandro Agostinelli, Enrique Márquez y Alejandro Borgo, quienes fundaron el Centro Argentino para la Investigación y Refutación de las Pseudociencias (CAIRP), donde logré abrevar durante un corto lapso de tiempo.
Parte de la huella que ellos dejaron puede verse en un muy recomendable libro llamado “Puede fallar”, escrito con una cuidada dosis de ironía y humor. Fue publicado en el año 1998.
Muchos años después, yo avanzo en mi propia obra “La mentira de los poderes paranormales”. Sin tanta mordacidad, pero mucho “dato duro” y algo de autorreferencialidad. Contando algunos de los desafíos que hice a supuestos dotados por aquello de los 10 mil dólares.
Difiere de mis otras obras, que saben orillar en cuestiones más escandalosas, siempre relacionadas con la política, el narcotráfico y las mafias. No obstante, merece leerse, porque los “manochantas” y “curranderos” (Raúl Portal dixit) configuran una de las estafas más peligrosas de los últimos tiempos. Y, como se dijo, cada vez son más.
Por eso, agradezco profundamente a “Hojas del Sur”, la editorial que publicará este libro a sabiendas que puede ser un completo fracaso en ventas. Son los mismos que editaron mi última obra “Massa confidencial” en 2023. Buena gente, por cierto.
Fuente Periodico Tribuna