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IsraelDesde 2021 se han construido en España 90.000 nuevas viviendas cada año, según un informe del Banco de España. Un ritmo que no es suficiente para cubrir la necesidad actual, ya que “el diferencial acumulado en 2022 y 2023 entre la creación neta de hogares y la producción de vivienda nueva alcanza unas 375.000 unidades”. Además, como revela el documento del regulador, “en 2024 y 2025 las proyecciones de creación neta de hogares, junto con el volumen de viviendas actualmente iniciadas que se terminarán en este período, implicarían un déficit adicional superior a las 225.000 viviendas”.
La oferta está condicionada por varios factores, entre ellos la falta de mano de obra y la escasez de inversiones destinadas a la adquisición y la promoción de nuevo suelo urbano, tal y como se destaca en el informe, debido, en parte, “a la elevada incertidumbre asociada a la rentabilidad de estas inversiones, así como a las limitaciones en la disponibilidad de financiación para estas actividades, que ha sido especialmente relevante en las actividades de build-to-rent y en el segmento del alquiler social”.
Joaquín López-Chicheri, socio del área de asesoramiento inmobiliario de Abante, considera que el nuevo entorno de tipos (el BCE los bajó 0,25 puntos este mes de septiembre), precisamente, es favorable para la inversión inmobiliaria: “Vemos que es un buen momento a nivel macro porque la inflación está más controlada y el entorno de tipos parece más favorable para consumidores e inversores. Además, el mercado laboral está teniendo un buen comportamiento”.
Más allá de la compra directa de inmuebles, hay otras opciones de inversión con ventajas interesantes para pequeños inversores
En este sentido, José Ramón Iturriaga, socio y gestor del fondo de inversión Abante Sector Inmobiliario, explica que “hay un escenario positivo -especialmente para las promotoras- debido al desequilibrio entre la oferta y la demanda, a la que se suman la baja del euríbor, la creación de empleo y el fuerte repunte de la compra de segundas viviendas tras el covid”.
Y es que, históricamente, “los españoles invierten mucho en ladrillo, y gran parte lo ha hecho comprando directamente los inmuebles, para vivir, la segunda residencia, para alquilar… Sin embargo, hay otras opciones con ventajas interesantes para los inversores, especialmente pequeños y medianos”, añade López-Chicheri, que recuerda que “este tipo de decisiones siempre deben tomarse tras haber realizado un análisis tanto de nuestras necesidades como de nuestras opciones para que la inversión sea coherente con nuestro proyecto biográfico y nuestro plan financiero”.
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Fondos y socimis
La mejor forma para que un inversor aproveche las oportunidades que ofrece el inmobiliario, según Abante, que cuenta entre sus servicios de alto valor para dar asesoramiento global a sus clientes con un equipo de expertos en el sector inmobiliario, es a través de dos opciones: o bien fondos de inversión que optan por compañías que se benefician del buen momento del mercado inmobiliario, como promotoras o socimis (sociedades de inversión inmobiliaria cotizadas), por ejemplo; o bien a través de una socimi si se quiere invertir en activos inmobiliarios directamente.
Y es que, 15 años después de que se creara la ley original de socimis, estos vehículos han conseguido atraer a grandes inversores institucionales, tanto españoles como internacionales, así como a accionistas minoristas. El crecimiento ha sido progresivo: actualmente el sector cuenta con 123 empresas cotizadas en España, según un informe de Asocimi y Gran Thornton.
“La ventaja de tener exposición al ladrillo a través de un vehículo como una socimi es que, desde importes bajos y sin endeudarse, se puede tener una cartera diversificada geográficamente, por tipología de inmuebles, de inquilinos, etc.; con una gestión profesional y transparente que permite optimizar los recursos y aspirar a mejores rentabilidades reales que comprando directamente”, dice Joaquín López-Chicheri.
Además, para tener exposición a este sector, no es necesario tener que desembolsar una cantidad elevada de dinero para comprar un único inmueble, añade el socio de Abante, “y conviene valorarlas cuando diseñemos nuestro plan financiero, porque comprar una vivienda, con o sin hipoteca, tiene un coste de oportunidad se trata de una decisión muy relevante por la cuantía que supone y no nos permite diversificar”.
Fuente El Confidencial
