San Juan–21 de Febrero de 2025-Total News Agency-TNA- La planta de Fabricaciones Militares en Jáchal, que alguna vez fue un pilar económico en la región, cerró sus puertas definitivamente en junio del año pasado. El pasado 28 de enero, el lugar fue escenario de un remate que incluyó desde computadoras hasta el mobiliario básico, marcando el fin de una era para esta unidad que alguna vez fue clave en la producción de explosivos destinados a la minería.
En 2024, la fábrica dejó sin empleo a más de 80 trabajadores, quedando únicamente un reducido grupo de personal de seguridad para custodiar las instalaciones. Según especialistas y referentes locales, con la inversión adecuada, esta planta podría haberse convertido en un nodo estratégico para abastecer de explosivos a los proyectos mineros de San Juan, Mendoza, el NOA y otras regiones del país.
De promesa regional a cierre definitivo
Inaugurada en 2014 con la presencia virtual de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la planta de Jáchal representaba la tercera unidad más importante de Fabricaciones Militares en el interior del país. Su misión inicial era proveer explosivos a la minería de la región de Cuyo y el norte argentino, pero los planes de expansión y modernización nunca se concretaron.
El principal obstáculo surgió cuando no se actualizó la infraestructura para producir emulsiones, un producto esencial para la minería moderna. Esto dejó a la planta fuera del radar de grandes proyectos como Veladero y Gualcamayo, que optaron por proveedores con tecnología más avanzada. En 2022, la planta intentó reorientarse hacia la minería no metalífera de Valle Fértil y emprendió mejoras menores, como la instalación de paneles solares. Sin embargo, estas acciones no fueron suficientes para revertir la caída en la demanda.
Impacto económico y social en Jáchal
El cierre de la planta tuvo un impacto significativo en la economía local. Marcelo Aguirre, presidente de la Cámara de Comercio de Jáchal, describió el golpe como devastador: “Los salarios que pagaba la fábrica eran altos y dinamizaban la economía del departamento. Cuando desaparecieron, se sintió en las ventas, en los alquileres y en otros sectores. Algunos trabajadores usaron sus indemnizaciones para emprender, pero otros aún no han logrado reinsertarse laboralmente”.
Aguirre también lamentó que, pese al potencial de la planta, las esperanzas de reactivación se esfumaron con el remate del mobiliario. “No pensábamos que llegaría a este punto. Las instalaciones son enormes y estratégicas, pero ahora todo quedó en el olvido”, expresó.
Un futuro incierto para Fabricaciones Militares
El cierre de la planta de Jáchal no es un caso aislado, sino parte de un panorama más amplio que pone en duda el futuro de Fabricaciones Militares en todo el país. Según trascendidos, la fábrica de Villa María, en Córdoba, podría ser la próxima en cerrar. La situación en Jáchal se ha convertido en un ejemplo de lo que podría ocurrir con otras unidades si no se toman medidas para revitalizar la empresa estatal.
En abril de 2024, autoridades nacionales de Fabricaciones Militares visitaron la planta en un intento de encontrar soluciones. Se realizaron reuniones con empresas mineras y representantes locales, donde se planteó la posibilidad de reinvertir en la fábrica para que pudiera producir emulsiones y abastecer nuevos proyectos. No obstante, la decisión de asignar fondos nunca llegó desde el gobierno nacional, sellando el destino de la planta.
Una oportunidad desperdiciada
A pesar de los intentos por rescatarla, el cierre definitivo de la planta y el remate de sus bienes reflejan la falta de planificación y compromiso para aprovechar su potencial. Según expertos, con inversiones estratégicas, la fábrica podría haberse convertido en un actor clave para la industria minera en la región. Ahora, lo que alguna vez fue una promesa de desarrollo quedó reducido a un predio vacío custodiado por apenas seis personas.