Los sanjuaninos no logran olvidarse del apellido Torraga. En febrero de 1993, desde la bodega familiar “Nietos de Gonzalo Torraga” salieron las damajuanas de vino “Soy Cuyano” y “Mansero”, que provocaron la muerte de 29 personas. Habían sido adulteradas con alcohol metílico en una proporción 200 veces superior a la permitida.
El dueño de la bodega, Mario Arnoldo Torraga (hoy de 79 años), y su hijo mayor Guillermo (54) -que era parte del directorio-, terminaron condenados a 15 y 6 años de prisión, respectivamente.
Ahora, a 28 años de esa tragedia, otro miembro de la familia -Facundo Martín Torraga (45)- fue detenido por una acusación muy grave: su ex pareja (madre de sus hijos de 6 y 15 años) lo acusó de abusar sexualmente de ella cuando aun convivían.
Según la mujer, esto ocurrió en muchas oportunidades pero recién ahora se animó a recurrir a la Justicia.
Torraga producía, comercializaba y había estirado vino con alcohol metílico (de quemar) en una proporción 200 veces superior a la permitida. Fue en febrero de 1993.
Facundo fue detenido el domingo en la casa de sus padres sobre la Avenida Libertador, en el centro de San Juan. Allí vive. Aunque se requisó su habitación en busca de un arma que se decía que tenía, ésta no se encontró.
En el momento en el que llegó la Policía, la familia estaba festejando el cumpleaños 80 de la esposa del bodeguero y madre de sus cuatro hijos. Incluso la hermana de Facundo, Vanesa -que había viajado desde Buenos Aires para el encuentro- terminó esposada y casi presa por intentar impedir que se lo llevaran.
El caso que involucra a Facundo Martín Torraga recayó sobre la UFI CAVIG (Centro de Abordaje de la Violencia Intrafamiliar y de Género) el pasado 21 de abril. Ese día, la joven se presentó a declarar y contó una serie de episodios de violencia que habría vivido cuando estaba en pareja con Torraga.
Estos hechos -sin entrar en detalles- van desde amenazas con arma de fuego, hasta violaciones y golpes. Según la denunciante, los ataques eran constantes y entre los antecedentes con que se encontraron los fiscales hay una causa de 2019 en la que Facundo Torraga ya fue procesado por amenazas y daño.
Las notas de Clarín por el caso de los vinos “Soy Cuyano” y “Mansero”, que mataron a 29 personas.
Ese expediente, que está actualmente apelado a Cámara, se suman a otros dos: uno por robo de cosas de la casa común y otro por amenazas. Según los Torraga -consultados por Clarín– en estos últimos casos fue sobreseído.
Entre el el 21 de abril, cuando se tomó la denuncia, y el domingo 2 de mayo, cuando la jueza Verónica Chicón ordenó la detención de Facundo Torraga, los fiscales juntaron indicios contra el denunciado.
Se relevó del secreto profesional a la psicóloga de la denunciante, se pidió copia del expediente por amenazas y se analizó la declaración de los dos hijos de la pareja que estaban en ese expediente y se habían hecho en Cámara Gesell.
Por la gravedad de lo que estaba en juego, y por la supuesta existencia de un arma, el operativo incluyó un número importante de policías sanjuaninos. La jueza ordenó directamente la detención del denunciado, el cual sería indagado este martes al mediodía.
Para la familia Torraga, todas son “mentiras de una mujer despechada”. Sus argumentos podrían catalogarse “de manual”: “¿Quién escuchó hablar de abusos sexuales dentro del matrimonio? ¡Eso no existe, dónde se vio! Ella es una denunciadora serial, incluso a mí me amenazó una vez”, le dijo a Clarín Gonzalo Torraga, hermano de Facundo.
Los Torraga
En 1996, el dueño de empresa familiar -Mario Arnoldo Torraga- fue condenado a 15 años de prisión y con él cayó su hijo mayor, Guillermo, sentenciado a 6 años de prisión.
El caso fue un escándalo. Para empezar, por las 29 muertes y también por el alto perfil del bodeguero en San Juan. Él había sido el creador de una campaña publicitaria que en los años ’70 había explotado en los medios con el pegadizo jingle: “Es oro blanco, es oro blanco, dorado vino, Resero blanco sanjuaninooooo. El vino que hizo famoso a San Juan“.
Mario Torraga, durante una entrevista en 2011. (Canal 5 Telesol)
Del éxito comercial en Resero, Torraga pasó a manejar su propia bodega desde donde partieron los vinos envenenados en 1992.
El bodeguero siempre atribuyó lo ocurrido a un complot y así logró no ser señalado con el dedo cuando fue excarcelado y decidió quedarse con toda su familia en San Juan.
Con los años su apellido siguió apareciendo en los diarios. Guillermo estudió Historia en la cárcel y se recibió al salir. Militante radical, en 2012 editó un libro en el que recopiló todas las reseñas que habían hecho los medios de comunicación de 20 países cuando murió Raul Alfonsín.
En San Juan, Guillermo tiene dos programas de radio, uno dedicado a temas de historia y política y otro a su otro amor: el heavy metal.
El más chico de los Torraga, Gonzalo (43), también ocupó espacio en los medios pero desde otra perspectiva: fue un exitoso rugbier profesional (jugó en Italia) y sufrió un episodio policial muy traumático: en 2016 su hijo se lesionó seriamente en un pelotero y mientras él y su esposa lo cuidaban en el hospital, les desvalijaron la casa.
Hasta el domingo, el tercer hijo varón del bodeguero, Facundo, relacionado con los negocios gastronómicos del clan, había logrado esquivar los titulares de los diarios.
Cualquier búsqueda en Internet (anterior al domingo) solo lo muestra como parte de la pollería Polidoro, que su familia montó enfrente a la casa de Gobierno y como director de una finca dedicada al cultivo de vid.
La pollería de uno de los Torraga, en San Juan. Imagen Google.
Ese bajo perfil explotó por los aires cuando la Policía entró a la casa de su padre, sobre la Avenida Libertador 2382, y se lo llevó detenido. La fiscalía ya adelantó que, por la gravedad de las acusaciones, seguramente pedirá que no se le conceda la excarcelación.
EMJ
Fuente Clarin