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Luego de cuatro meses seguidos en baja, los precios de los principales cortes vacunos se dispararon en noviembre casi 11% en las góndolas, y acumula en los últimos doce meses un incremento del 75,5%, casi 50% más que la inflación anual.
Según el relevamiento mensual que realiza el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) en noviembre el precio promedio de 24 cortes vacunos más pollo y pechito de cerdo, referencia para los cortes porcinos, aumentó 10,8% en relación al registro de octubre.
Así, se revirtió la tendencia bajista que arrancó a mitad de año, respondiendo más a las fuertes presiones del Gobierno y los controles en el canal minorista, además del cierre parcial de exportaciones, que a razones de mercado.
Pero como suele ocurrir con cualquier precio reprimido por mucho tiempo, tarde o temprano y aún persistiendo los controles, los precios encuentran el punto de fuga y terminan disparándose.
Es que como vienen sosteniendo desde hace meses los analistas del sector, la suba de precios en el canal minorista responde a escasez de oferta, especialmente por el aumento de costos de la recría (engorde) a corral (feedlot), por lo que en los últimos meses venía cayendo la cantidad de animales encerrados.
El resultado es menor oferta de carne en los mostradores, y en consecuencia, suba de precios.
Góndolas calientes
En noviembre los cortes que más aumentaron fueron matambre (16,6%), asado de tira (16,3%), y peceto (15,6%). Éstos fueron, sin duda, los casos más groseros en un mes que vio subas generalizadas en la carne vacuna, en especial en los cortes de mayor calidad.
Así, por ejemplo, el vacío subió 13,6% en un solo mes, la tapa de asado 12,7%, la colita de cuadril 12,1%, la falda 11,4%, la cuadrada 11,2% y el bife ancho un 10,7% frente al mes anterior.
El panorama es algo distinto en los cortes populares, aunque los aumentos no dejan de ser elevados para el bolsillo medio de los argentinos. Según informa el IPCVA en noviembre la picada común subió 5,8%, la picada especial 6,1%, el osobuco 6,7% y la paleta un 7% en el mes.
Sólo bajaron las hamburguesas congeladas (por cuatro unidades), con una reducción del precio final de -7,3%, mientras que el pollo aumentó un 3,9% y el pechito de cerdo ajustó sus valores un 8,9%.
Con todo, estos dos cortes alternativos se incrementaron en el último mes muy por debajo de los cortes vacunos. Mientras éstos aumentaron 75,5% como se dijo más arriba, la carne aviar lo hizo un 59% y el pechito de cerdo 45,2%.
Y los dos cortes parrilleros por excelencia, según el paladar argentino, y que el Gobierno siempre busca proteger bajo el argumento de “cuidar la mesa de los argentinos”, paradójicamente integran el podio de los cortes que más subieron.
Ésta es una carrera liderada por el lomo (88,8%), un corte caro y considerado casi un “lujo”, pero seguido de cerca por los dos cortes parrilleros más populares, el vacío (82,2%) y el asado de tira (81,4%).
Fuente El Cronista
