Por el lado de Sofía, se hicieron presentes su papá, Aníbal Pachano, su mamá, Ana Sanz, y su novio, Santiago Ramundo. Por parte de Vicky, en tanto, estuvieron su papá Manuel Xipolitakis, su mamá, Elena Damianos, y su hermano Nicolás, quienes llevaron carteles que decían: “Lo intentaste y lo lograste, te amamos”
Germán Martitegui, Damián Betular y Donato De Santis dieron la consigna para iniciar el desafío final: debían preparar pulpo en tres texturas distintas, hervido, frito y grillado, con dos salsas y tres guarniciones, una de ellas con papas. Y todo esto en 80 minutos.
Con el tiempo cumplido, Vicky pasó al frente con sus preparaciones: Pulpo hervido con ensalada griega, pulpo grillado con cebollas grilladas y pulpo frito con panko y copos de maíz, salsa lactonesa de ají amarillo y salsa de aceite con hierbas. Los chefs elogiaron su plato y, con lágrimas de emoción, Xipolitakis mostró una remera con la foto de su hijo, Salvador Uriel, que tenía debajo de su traje de cocinera. Y, obviamente, le dedicó a él ese momento.
En tanto, a su turno Sofía presentó sus recetas: Pulpo frito en tempura con salsa schug, ensalada de hinojo, menta y uvas, pulpo grillado con salsa harissa y escamas de sal y pulpo hervido en ceviche con uvas. Las críticas del jurado también fueron positivas. Y, para ese entonces, su padre tenía un nudo en la garganta que ni siquiera le permitió decir unas palabras a cámara.
Lo cierto es que, tras la deliberación, los tres chef coincidieron que ambas habían cocinado muy bien el pulpo y tenían aciertos y errores en las guarniciones. Y dijeron que se trataba de un empate. “Teniendo en cuenta esto, hay que definir cuál de los dos platos es más Masterchef”, señaló entonces Martitegui. Y, a la hora del veredicto, todos se decidieron por Sofía, que a diferencia de Vicky que suele improvisar, es una estudiosa de la gastronomía. “Para mí es un placer cocinar, es lo que más me gusta hacer además de actuar”, dijo la actriz emocionada antes de levantar su trofeo.