Con estas cifras México se mantiene en cabeza, por cuarto año consecutivo, de la lista de países más peligrosos para el ejercicio de la profesión, por delante incluso de países en guerra como Ucrania (ocho casos) o Yemen (tres casos).
“La lista de periodistas asesinados en México es espeluznante y parece alargarse inexorablemente sin que el Gobierno federal ni las autoridades locales se hagan cargo de la dimensión del problema, ni tomen decisiones valientes”, lamenta el director de la Oficina de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en América Latina, Emmanuel Colombié.
Desde el inicio del mandato del presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, en diciembre de 2018, RSF censó al menos 36 asesinatos de periodistas y dos desapariciones, las de Jorge Molotzin Centlal y Pablo Felipe Romero Chávez, en 2021, en el estado de Sonora (en el noroeste del país, en la frontera con Estados Unidos).
La ONG matiza que la mayoría de estos asesinatos se concentran en los estados especialmente “gangrenados” por la corrupción y el crimen organizado: Michoacán (suroeste), y Sonora y Veracruz (sureste), con cinco casos cada uno. En la gran mayoría de estos 38 casos, “la impunidad es casi total”, lamenta RSF.
Fredid Román, el último crimen de una larga lista
El último caso tuvo lugar este pasado lunes, cuando el periodista Fredid Román fue ejecutado en Chilpancingo, capital del estado de Guerrero (sur del país). Román acababa de salir de su domicilio en su vehículo, cuando dos individuos en una motocicleta abrieron fuego contra él antes de darse a la fuga.
Román, editor del diario local ‘Vértice’ y muy crítico con el gobierno de Guerrero y con la corrupción de las autoridades locales, murió en el acto. Su sobrino señaló públicamente como responsable del asesinato a la banda criminal local de Los Ardillos, que, según él, lo había amenazado varias veces de muerte.
El hijo de Román fue ejecutado menos de dos meses antes, y la Fiscalía de Guerrero está estudiando la relación entre ambos casos.
Román se convirtió así en el cuarto periodista asesinado desde principios de agosto, después de Ernesto Méndez, Juan Arjón López y Alán González, cuyos nombres se suman tristemente a los de José Luis Gamboa Arenas, Alfonso Margarito Martínez Esquivel, Lourdes Maldonado López, Roberto Toledo, Heber López, Jorge Luis Camero Zazueta, Juan Carlos Muñiz, Armando Linares López, Luis Enrique Ramírez y Antonio de la Cruz.
Fuente Ambito