El próximo martes 10 de noviembre, se cumple un mes desde aquella trágica noche donde Lucia Costa fue víctima del comportamiento de una corporación público privada que sólo persigue el lucro y las ganancias, en detrimento de la vida humana.
Lucía era una joven con inquietudes, solidaria, una mujer de fe, una vecina de San Miguel con toda una vida por delante, de no haber sido que en su camino, se cruzó el interés económico de empresarios y funcionarios, y ese interés terminó con su vida de una manera infame.
El reclamo de justicia toma fuerza semana a semana. Mientras más detalles aparecen respecto a la trama que involucra a los “supuestos” propietarios del lugar, y a los funcionarios municipales, en cabeza del propio intendente Jaime Méndez, más indignación se observa en la sociedad sanmiguelina.
A casi un mes de la muerte de Lucía, los funcionarios responsables de las irregularidades en el funcionamiento del Bar Zar, siguen en sus cargos y continúan realizando actos administrativos en el área de habilitaciones comerciales como si nada hubiese pasado.
Hoy, la responsabilidad del área de control urbano, sigue estando bajo la responsabilidad de Mariano Calvente, quien a su vez, fuera el responsable del traslado de los abuelos del geriátrico Bello Horizonte, comportamiento que le costó la vida a 16 ancianos por la desidia con la que se abordó esa responsabilidad por parte del mismo funcionario, y claro, del mismo intendente.
El martes a las 17hs, en la plaza de San Miguel, se volverá a exigir Justicia por Lucia.
Allí estarán sus padres, sus amigos, sus vecinos, y todos aquellos que se sienten en la obligación de hacer escuchar su voz y ponerle su cuerpo a esta lucha.