El presidente estadounidense, Joe Biden, reveló una estrategia nacional para combatir el coronavirus y dijo que es probable que la pandemia cobre la vida de otras 100.000 personas durante el próximo mes.
“Moveremos el cielo y la tierra para vacunar a más personas de forma gratuita”, señaló Biden el jueves en la Casa Blanca.
Pero advirtió que “la cruda realidad es que tomará meses antes de que podamos vacunar a la mayoría de los estadounidenses”.
Biden anunció una serie de órdenes ejecutivas destinadas a revisar la respuesta federal al brote de coronavirus, que ya ha cobrado más de 400.000 vidas en Estados Unidos. Reiteró su advertencia de que la crisis empeorará antes de que mejore y que EE.UU. experimentará un “invierno oscuro”.
Pero alentó a los estadounidenses a comenzar a usar mascarillas con más frecuencia, y dijo que esta simple precaución podría salvar 50.000 vidas hasta abril.
“El hecho es que es lo mejor que podemos hacer, más importante que las vacunas”, sostuvo.
La distribución de las vacunas contra el coronavirus en EE.UU. ha estado plagada de retrasos, y los funcionarios de Biden han criticado a la Administración de Trump por las demoras, argumentando que no existía un plan federal para garantizar que se administraran las vacunas.
“Lo que estamos heredando es mucho peor de lo que podríamos haber imaginado”, dijo el miércoles Jeff Zients, coordinador del equipo de respuesta contra el covid-19.
Las órdenes ejecutivas incluyen la estabilización de la cadena de suministros para artículos médicos esenciales y el aumento de la capacidad del Gobierno para distribuir de forma rápida y equitativa de la vacuna. Pero la Administración de Biden reconoce que necesita que el Congreso autorice gastos adicionales para lograr un gran avance.
“Esta es una tarea de tiempos de guerra”, dijo Biden.
El director del Consejo Económico Nacional, Brian Deese, dijo previamente que “es crítico que el Congreso actúe rápidamente sobre las propuestas del presidente y brinde alivio a las familias necesitadas”. Los republicanos ya han expresado sus dudas sobre el monto del proyecto de ley de alivio de US$1,9 billones que presentó Biden.