Seis años transcurrieron desde la última vez que la familia Kirchner designó autoridades en Hotesur SA, la firma hotelera investigada por lavado de dinero. A semanas de volver recuperar el manejo de la compañía, el abogado Carlos Beraldi informó al Tribunal Oral Federal 5 (TOF 5) que se realizó una asamblea ordinaria en la que se designó a Florencia Kirchner como directora suplente, puesto que ocupó en 2014 y 2015. La hija de la vicepresidenta se encuentra procesada por operaciones de blanqueo en dos expedientes, y siempre sostuvo estar ajena al funcionamiento de las firmas familiares.
Un duro informe del interventor de Hotesur (dueña del hotel Alto Calafate), Daniel Altman, indicó que hubo en la empresa una “ineficiente explotación del hotel” (Alto Calafate), sobre la cual los accionistas nunca se han expresado”.
Al momento de fundamentar esa conclusión, el interventor dijo que la rentabilidad del hotel se encuentra “muy por debajo de mercado, de acuerdo a las informaciones que documentadamente acerqué”.
Florencia Kirchner, en una de sus fotos de su cuenta de Instagram. (IG: florenciakf)
A criterio del interventor, el Alto Calafate cobraba un “absurdo alquiler mensual” en la temporada 2018/2019. La cifra del alquiler era incluso inferior a la que abonaba Lázaro Báez, que fue el primer responsable de explotar los hoteles de los Kirchner a través de su empresa Valle Mitre SRL.
Para discutir eso, Altman aseguró que se careció todo este tiempo de un “apoderado de los accionistas, pese a mi convocatoria, para que aporte su análisis a un tema que, de ser cierto que son dos diferentes sociedades Idea y Hotesur, podría perjudicar los intereses de Hotesur“. Los accionistas o su representación “estuvieron siempre ausentes en estos relevantes temas”, indicó.
Es que Hotesur SA permaneció acéfala hasta la semana pasada, cuando en una asamblea ordinaria se designaron nuevas autoridades. Como presidente, puesto que supo ocupar Romina Mercado -hija de Alicia Kirchner-, se nombró a Sebastián José Sánchez, y como directora suplente a Florencia Kirchner.
Hasta la fecha no se habían nombrado autoridades, porque bajo la gestión macrista Máximo Kirchner y su hermana se negaron a hacerlo ante la Inspección General de Justicia (IGJ) bajo la excusa de que se consideraban víctimas de una persecución política.
El hotel que regentea la firma Hotesur, de la familia Kirchner.
Fue recién hace una semana que en asamblea ordinaria volvieron a nombrar a Florencia Kirchner en un cargo que ocupó en 2014 y en 2015, y que en alguna medida terminó involucrándola en el expediente donde se investigaron maniobras de blanqueo por 80 millones de pesos.
Además, en el marco de este expediente donde el foco se colocó en los negocios de la firma hotelera es que la Justicia secuestró seis millones de dólares que estaban en una caja de ahorro a nombre de Florencia Kirchner. En la investigación se sostuvo que no logró explicar el origen de ese dinero, que permanece termosellado y bajo custodia judicial en el Banco Central.
Acusaciones de lavado
Durante la investigación de la causa Hotesur, el fiscal Gerardo Pollicita sostuvo que se montó un esquema de lavado de dinero “en base a la actividad hotelera” buscando darle “cierta apariencia de legitimidad”, lo que les aseguraba poder declarar esos fondos ante la Oficina Anticorrupción y ante el fisco “ocultando su verdadero origen” supuestamente ilícito.
De ese supuesto esquema participaron Máximo y Florencia Kirchner, según la imputación. Al diputado nacional se le señaló como “organizador” de la asociación ilícita. Como presidente de la firma realizó en representación de las sociedades la adquisición de propiedades, firmó y cobró cheques con los que se “canalizaban los fondos, firmó contratos de locación, y todos los demás actos a los fines de configurar, ejecutar y sostener la asociación delictiva, beneficiándose a su vez con su producido”.
Por su lado, después del fallecimiento del Néstor Kirchner, su hija se incorporó a Los Sauces, y brindó “su aval y aprobación a la operatoria ilegal que venían desarrollando sus padres y su hermano a través de las sociedades y del patrimonio personal de su padre”.
También se sostuvo en el procesamiento que, como vicepresidenta de la inmobiliaria y empleada de la misma, Florencia se “ocupó de la adquisición de propiedades y retiró dinero que previamente habían sido aplicados a las actividades hotelera e inmobiliaria bajo los cuales la organización reciclaba los fondos ilícitos”.
En marzo del año pasado, la hija de la vicepresidenta hizo un descargo en redes sociales, donde acusó al gobierno de Mauricio Macri y a la justicia federal de enfermarla. Ella permaneció en Cuba durante más de un año bajo tratamiento médico.
“Cada vez que el macrismo generaba un nuevo hundimiento sabía que era semana de mi nombre difamado por todos lados, de los orangutanes de la Justicia metiéndose en mi casa y haciendo conmigo lo que querían, fuera de cualquier marco legal”, dijo Florencia Kirchner y añadió en aquella oportunidad: “Se había vuelto un plan sistemático. Me enfermaron, sí, pero jamás lograron que odiara mi nombre”.
Fuente Clarin