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Todo indica que el Gobierno armó un operativo de encubrimiento del festejo de cumpleaños de Fabiola Yañez, a través de la agencia de noticias estatal Télam, el 14 de julio de 2020.
Ese día Télam difundió a todos los medios de comunicación una noticia que tituló: “Con un festejo atípico, Fabiola Yañez celebra su cumpleaños”.
Allí se planteaba que, por la estricta cuarentena que imponía la pandemia de coronavirus, Fabiola Yañez no se reuniría con nadie para festejar “su primer cumpleaños como Primera Dama”.
Télam aseguró el día de su cumpleaños, que “por estar en plena pandemia”, Yañez “festejará por Zoom, redes sociales y con barbijo”.
En ese artículo periodístico, la agencia de noticias oficial destacó que la Primera Dama “siempre ha sido activa en redes sociales y por las características de la pandemia se ha vuelto su medio de comunicación casi excluyente”.
Era el 14 de julio de 2020 y regía el DNU 576/20, que establecía el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), decretado por Alberto Fernández.
Ese decreto directamente prohibía los “eventos públicos y privados: sociales, culturales, recreativos, deportivos, religiosos y de cualquier otra índola que impliquen la concurrencia de personas” en el Area Múltiple de Buenos Aires, Chaco y las ciudades de General Roca y Neuquén.
También se prohibía que concurran a sus lugares de trabajo los empleados del “sector público nacional”, excepto que tengan que hacer un trabajo “esencial” y sea requerida su presencia por las autoridades jerárquicas respectivas.
El DNU establecía que cualquier incumplimiento del DISPO “se procederá de inmediato a hacer cesar la conducta infractora y se dará actuación a la autoridad competente, en el marco de los artículos 205, 239 y concordantes del Código Penal”.
Ahora que el Gobierno reconoció que durante el cumpleaños de Fabiola Yañez se violaron las normativas vigentes y el presidente Alberto Fernández pidió disculpas por esa actitud, Clarín se comunicó con la presidente de Télam, Bernarda Llorente, para saber por qué publicaron una información incorrecta en esa ocasión y qué evaluación hacían una vez que se conoció el error.
Sin embargo, Llorente prefirió no atender este viernes los numerosos llamados telefónicos que se le hicieron desde Clarín. Y desconectó la conexión de datos de su celular, para no recibir mensajes de Whatsapp, luego de publicada una nota en el diario La Nación, donde le consultaron sobre esta cuestión.
Es que le respondió al periodista José María Costa y le adjuntó una foto con el encabezado de la nota de Télam: “Fijate que el texto es del mismo día temprano, previo a la foto”, le dijo a Costa. Y agregó: “Está escrito en condicional”.
En realidad, el tiempo verbal utilizado en la nota de Télam no es “condicional”, como aseguró Llorente a La Nación. Es claro en la nota que el tiempo utilizado fue el “futuro simple”, para referirse a acciones que iban a ocurrir ese mismo día, pero más tarde.
“Fabiola Yañez cumple hoy 39 años y tendrá un festejo atípico”, arrancaba la nota de Télam, del 14 de julio de 2020. Y añadía, siempre en tiempo futuro simple: “Festejará por Zoom, redes sociales y con barbijo”. En ningún lugar de la nota se utiliza el condicional, pese a lo afirmado por la presidenta de Télam.
El uso del tiempo verbal en condicional, como planteó Llorente, le hubiera permitido -en una interpretación amplia- acogerse a la “Doctrina Campillay”, que es cuando los medios de prensa reproducen información falsa que “pudiera afectar el derecho a la intimidad de los particulares”, pero en determinadas situaciones quedan desligados de la responsabilidad penal por esa acción.
La Corte Suprema estableció en el caso Campillay que un medio periodístico no responderá penalmente por la difusión de información que pudiera resultar difamatoria para un tercero cuando se atribuya la información a la fuente pertinente, cuando se omita la identidad de los implicados en el hecho ilícito o “cuando se utilice un tiempo de verbo potencial”, como pretendió -con esta última opción- hacer la presidenta de Télam.
Fuente Clarin
