“Encanto” puede resultar empalagosa, con demasiadas canciones, agitaciones y explicaciones, pero cabe suponer que su público específico la aceptará sin reproche alguno. Ese público está formado por las niñas preadolescentes, o que tengan ese espíritu, o nostalgia de la preadolescencia. La gente más chica va a estar perdida casi toda la película, porque es bastante compleja, pero puede sentirse fascinada por el colorido, el bochinche y los animales que aparecen, desde un carpincho indiferente a todo lo que no sea comer pasto, un tucán al que le castañetea el pico cuando tiene miedo, hasta unos borricornios, es decir, borricos con cuernos de unicornio que pasan volando durante una canción.