Alberto Núñez Feijóo se ‘despidió’ este jueves en cierto modo, como presidente de la Xunta, de Vigo, donde se celebró el último «Consello itinerante» de una ronda que arrancó hace casi tres meses en Ferrol. Feijóo ya dejó dicho que no ha de buscarse coincidencia entre esta ‘gira’ y su marcha, pero este carácter rotatorio le ha servido para, antes de su adiós, desgranar lo hecho y anticipar lo que hará la Xunta en las ciudades gallegas. Vigo fue la elegida para el último desplazamiento, y en la ciudad olívica, además de anunciar un nuevo paquete de inversiones por valor de 40 millones de euros, resultó inevitable una cierta confrontación con el alcalde. Por más que Feijóo remarcara que él no iba a «formar parte del sainete», como se refirió al toma y daca con Abel Caballero de los últimos 13 años. «No voy a perder mucho el tiempo en esto. Yo me dedico a los ciudadanos de Vigo, no me dedico a nada más. Esto es ya tan aburrido que creo que los primeros aburridos son los ciudadanos de Vigo», dijo al ser preguntado por una hipotética mejoría de las relaciones cuando Alfonso Rueda coja las riendas en San Caetano. Caballero había caldeado la visita de Feijóo y su gobierno —que arrancó, antes de la reunión en la delegación, con un recorrido por la nueva Ciudad de la Justicia— con un nuevo reproche al presidente. Durante su rueda de prensa diaria, el regidor socialista acusó a la Xunta de deberle a la ciudad 2.258 millones de euros desde 2009. Caballero aplicó el siguiente razonamiento: las inversiones deberían realizarse siguiendo criterios poblaciones;así, de los más de 25.000 millones dedicados a este capítulo en los últimos 13 años, a Vigo le habrían correspondido 2.780, mientras que, aseguró, recibió algo más de 500. «Yo me dedico a Vigo. Me he dedicado a Vigo durante 13 años como presidente de la Xunta y he cumplido con Vigo», reivindicó Feijóo, quien animó a revisar los programas electorales con los que concurrió en las cuatro convocatorias en las que se impuso, con mayoría absoluta. «Los objetivos y grandes proyectos, que la mayoría de ellos no se creía en ellos, están hechos», enarboló el mandatario. Aquí citó el hospital Álvaro Cunqueiro —objeto de habitual controversia con el alcalde, quien sostiene que es un centro privado—; la depuradora («la mayor de la fachada atlántica»); la reactivación de la industria de automoción, con Vigo, hoy, como primer productor de España; y dar nuevo impulso al naval, que de una «profunda crisis», con varios astilleros cerrados, se ha pasado a una situación, la actual, donde «salvo dos», todos tienen carga de trabajo, apuntó. Reproches del alcalde
Caballero, antes de que compareciera Feijóo, sabedor de que era un día, el de este jueves, donde se hablaría forzosamente de Vigo, no solo le achacó una merma presupuestaria, sino que le endosó una lista de acciones «contrarias a los intereses» de la ciudad. Entre otros, la candidatura del Parque das Illas Atlánticas a Patrimonio de la Humanidad, la paralización de las rampas de la Gran Vía, el «desmantelamiento»de la caja de ahorros o el «intento de cierre» del aeropuerto; algunos de estos asuntos, ya con un largo recorrido en la confrontación con la que el alcalde vigués ha convertido su relación con la Xunta durante más de una docena de años. Feijóo aseguró que no quería alimentar el «sainete» y por eso no se extendió cuando se le inquirió, en rueda de prensa, por las invectivas de Caballero. Pero lo cierto es que su intervención previa, y también una respuesta posterior, estuvieron trufadas de puntuales pullas con el veterano regidor como destinatario. Feijóo se colocó ante el atril con un paquete de inversiones bajo el brazo por valor de 40 millones de euros para la ciudad. Capítulo destacado mereció la nueva Ciudad de la Justicia, de la que destacó, en varias ocasiones, que se erige en «el edificio más emblemático de la ciudad», un «faro arquitectónico», amén de uno de los «principales proyectos» de su gobierno en la ciudad más poblada de Galicia. Está previsto, anunció, que se inaugure oficialmente el próximo 24 de mayo, con asistencia de los Reyes y del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes. La Xunta invertirá 460.000 euros en iluminación para «realzar la silueta» de la edificación. En cuanto a los inmuebles que quedarán vacíos en la calle Lalín —el traslado está pensado para el verano o «inmediatamente después»—, avanzó un concurso de ideas para que el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia proponga dar nuevo uso a los espacios que dejarán de ocupar los juzgados. Presupuesto: 12,5 millones de euros. Batería de proyectos
En su lista de reproches, Caballero había mencionado ausencia de viviendas de promoción, actuaciones en Beiramar o remodelar el estadio de Balaídos. Todos estos puntos aparecen en el paquete de inversiones. En cuanto al primero, Feijóo aludió a la ampliación del barrio de Navia, con 15 ofertas para construir 79 viviendas de promoción pública y otros espacios, con intención de adjudicar servicios antes del verano;el próximo mes se licitarán los proyectos y dirección de obra de las restantes 128 viviendas de protegidas del polígono 1, para un total de 207. A las que se sumarán las de cooperativas y promotores, con lo que se llegará a 733. En paralelo, se sigue avanzando en la licitación y urbanización de la primera fase. El montante se redondea en 40 millones. «Siempre que nos dejen», recriminó, para recordar que «el concello no tiene todavía aprobado el proyecto». Navia, además, albergará un nuevo instituto, con 700 plazas, por 12 millones. Sobre el segundo punto, cifró en 15,5 millones el desembolso para «mejorar la movilidad», incluidos 4,5 para humanizar la avenida Beiramar y dotar de senda peatonal y ciclista al Berbés. Para Balaídos, recordó que hay reservados tres millones, para renovar las pistas de atletismo. La estación intermodal, que aseguró que se entregará en semanas, en mayo, le sirvió en bandeja otra crítica a Caballero:Feijóo advirtió de que faltan los accesos, competencia del concello, para completar la obra. En la vieja estación, la idea es crear un centro intergeneracional. Pero de nuevo, el alcalde aparece en escena y «amenaza» con crear una zona verde para que «la Xunta no pueda hacer servicios público», afeó. «Espero que se recapacite». También con el Xacobeo, donde se planifica un concierto «importante». Confiando en «tener más suerte que con la señalización» del Camino, ironizó.
Fuente ABC