Tal como precisa Clarín, los criaderos se ubican en Tigre y Lomas de Zamora, y dos de los compradores denunciaron “accionar ilícito”. Tal es así que uno de los perjudicados recibió a una perra que falleció a los pocos días de ser recibida por su nueva familia, mientras que el otro ni siquiera llegó a conocer al animal, que murió antes de ser entregado.
Asimismo, los denunciantes compartieron vídeos sensibles de una tercera perrita, comprada por otra persona, que demoró 18 días en morir, sufriendo numerosas convulsiones a raíz de una afección neurológica producto del moquillo.
En el caso de los denunciantes, mantuvieron el primer contacto con el hombre que entregaba los perros en Lomas de Zamora, que los derivó con el otro de Tigre para coordinar la entrega y el resto del pago.
No obstante, el vendedor de Lomas les envió -directamente- los datos bancarios a su colega antes de pasar su contacto, recibiendo él los correspondientes comprobantes de pago. “En ese momento no me pareció raro. A veces me transfieren a la cuenta de Mercado Pago de mi pareja, algo normal y más si eran socios, que era lo que había dicho el hombre”, detalló una de las fuentes a Clarín.
Una vez en contacto con la mujer de Tigre, tras el abono de la seña (de aproximadamente $10.000 a $15.000), ambos le solicitaban fotos de los cachorros elegidos para controlar el crecimiento. “O no contestaba o lo hacía tarde diciendo que mañana las enviaba”, explicaron.
Uno de los compradores precisó que en los últimos días, la señora adelantó la entrega del can en dos oportunidades. Tampoco alertó nada extraño en ello a causa de la emoción que tenía por llevar el perro a su casa. En cambio, el otro damnificado no obtuvo más respuestas de ella cuando quiso pactar la entrega del can.
La familia que llegó a retirar al salchicha sufrió su muerte a los cinco días. La que quiso ir a buscarlo, una vez que la mujer de Tigre dejó de responder su teléfono, se enteró de la muerte del perro a través del hombre que reside con su criadero en Lomas de Zamora.
A la fecha, ninguno de las víctimas recibió la devolución del dinero y tras diversos reclamos, los vendedores comenzaron a acusarse mutuamente.
Fuente Ambito