“Estos tres países pueden captar un gran mercado para sus productos”, dijo Najafi-Manesh. Además, argumentó que podrían dirigirse a una población de “al menos 800 millones si se incluyen las regiones vecinas”.
“Fabricar todas las piezas de este coche, evitar las transferencias de divisas para suministrar piezas de recambio y la existencia de mercados de exportación son algunas de las ventajas de este proyecto”, agregó.
La idea fue planteada primero por Turquía y Rusia estaba “interesada”, agregó.
Irán sufre también sanciones económicas impuestas por Estados Unidos en 2018 después de que Washington abandonara de manera unilateral el acuerdo nuclear iraní.
Rusia y el pedido de ayuda a Irán
Rusia, que sufre de diversas sanciones de los países occidentales por su invasión en Ucrania, solicitó en mayo a Irán que le suministrara componentes clave a los que ya no podía acceder.
Un fabricante de automóviles ruso, cuyo nombre no fue divulgado, pidió por los componentes claves que no podía encontrar en Rusia.
Según un responsable de la Asociación iraní de fabricantes de piezas de automóviles, la empresa rusa se interesó en las compañías iraníes para hacer funcionar normalmente su cadena de producción, afectada por la invasión.
La guerra en Ucrania perturbó la producción de automóviles en Rusia. Numerosos constructores suspendieron sus ventas de piezas o de vehículos a este país, como Audi, Honda, Jaguar y Porsche. Otros anunciaron que suspendían su producción como Renault, BMW, Ford, Hyundai, Mercedes, Volkswagen o Volvo.
Fuente Ambito