Francisco, hermano de Nicolás fruto de la relación entre Roberto Pachelo y Jacqueline Barbará, se sentó a declarar minutos antes de las 13 como el primero de los dos testigos convocados por la fiscalía para esta 22da. jornada del debate, que se realizaba pese al feriado nacional decretado por el atentado sufrido el jueves por la vicepresidenta de la Nación.
“Sé que es un asesino porque mató a mi padre. No me cabe ninguna duda de que mató a Roberto Pachelo”, aseguró el testigo ante Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin. Y agregó: “Desgraciadamente me tocó ser su hermano. Viví con él no todos los días de mi vida, pero fines de semana durante mucho tiempo. El vínculo es malo porque es un enfermo”.
El hermano menor de Pachelo fue convocado luego de que un hermano de García Belsunce, John Hurtig, y Michael Taylor, ahijado del viudo Carlos Carrascosa, contaran en el juicio que se reunieron con él y les dijo que Nicolás era el asesino de María Marta.
La fiscalía pidió analizar el celular y la línea de Pachelo tras notar actividad fuera del penal
Los fiscales solicitaron la apertura y el análisis del teléfono celular que pertenece a Pachelo, luego de que se registrara su presunta utilización durante el lapso de tiempo en el que debía estar incautado por una causa paralela.
El fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, solicitó que el Tribunal Oral en lo Criminal 4 de San Isidro permita a la parte acusadora acceder a la apertura y el análisis del teléfono celular incautado a Pachelo, y que su contenido sea incluido como prueba en el juicio por el crimen de García Belsunce.
Ferrari detalló que el aparato fue secuestrado a las 18 del pasado 17 de agosto luego de que el tribunal ordenara investigar el uso de redes sociales por parte del principal imputado, luego de que el día anterior abriera un Instagram y difundiera un video en su canal de YouTube para exponer su visión del caso.
Según explicó el fiscal, se obtuvo información sobre la apertura y ubicación del celular en el marco de una nueva causa tramitada por el fiscal Gastón Garbus de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Martínez, por las amenazas al periodista Martín Candalaft, quien recibió una llamada intimidatoria anónima tras una nota en la que mencionaba las redes de Pachelo.
“En el marco de esa investigación queremos contar que nos sorprende una vez más una situación sobre el uso de la telefonía de Pachelo, que hasta lo que sabíamos está incautado desde ese día. Advertimos que el pasado 30 de agosto dicho teléfono se logueó en el servicio de mensajería instantánea Telegram, una aplicación que permite borrar mensajes”, sostuvo Ferrari.
Tras esa breve introducción, el representante del Ministerio Público expuso una serie de aperturas de antenas y llamadas de la línea de Pachelo, que está a nombre de una mujer y está registrada en avenida Del Libertador 184 del barrio porteño de Retiro, domicilio histórico del imputado.
“Del listado de apertura de antenas y llamados, surge que los días 16 y 17 de agosto hasta las 18 horas tuvo apertura de una antena en La Plata, a 400 metros del penal donde se encuentra Pachelo. Pero, el 17 de agosto, una hora después de su incautación, y hasta el día siguiente, fue captado por distintas antenas de la Capital Federal. ¿Si estaba incautado cómo es que estaba dando vueltas por Capital?”, se preguntó el fiscal, quien añadió que entre el 18 y el 28 no volvió a registrarse actividad alguna, aunque el 29 lo tomó una antena nuevamente en la Ciudad de Buenos Aires y el 30 en la Unidad 9 de La Plata.
“En síntesis, vamos a pedir una prórroga a la hora de contestar sobre la sanción del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) para analizar los nuevos argumentos. Pedimos que se investigue la situación anómala de la ubicación de esa línea telefónica, cuando a rigor debía estar incautada por miembros del SPB”, concluyó.
Por su parte, los abogados defensores de Pachelo, Raquel Pérez Iglesias y Marcelo Rodríguez Jordan, se opusieron al pedido de la fiscalía al mencionar que habría que distinguir lo que es el aparato telefónico de la línea, la cual está a nombre de una mujer que no posee ninguna restricción.
“La situación de Candalaf se dio posterior a la incautación del teléfono, donde no hubo actividad”, sostuvo Pérez Iglesias.
Tras un cuarto intermedio, el tribunal no hizo lugar a la apertura del teléfono, hasta que no se expida el fiscal natural del caso. Además, informó que se lo habilitaba a Pachelo tener y usar un nuevo celular, aunque dentro del protocolo habilitado para los presos a partir de la pandemia y por el que se tiene que limitar a utilizarlo para comunicarse con sus familiares.
Ante la decisión del TOC, el fiscal Ferrari pidió que quedara asentado su protesta a la resolución.
Fuente Ambito