La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, falleció hoy a los 93 años.
Bonafini fue una de las figuras que más aportes hizo a la división de los argentinos, generó odio en cada una de sus presentaciones. Incluso al alegrarse tras el fallecimiento de alguien en las antípodas de su pensamiento fanatizado con la izquierda. Fue defensora de criminales como las FARC, por ejemplo. Sin duda ocupará un lugar en la triste historia nacional.
La titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, en la conmemoración de los 38 años de la creación de una organización que giró hacia la política (Juan Vargas)
Murió, a los 93 años, Hebe. Murió una mujer que no necesita apellido. Había nacido como Hebe María Pastor el 4 de diciembre de 1928 en una casa de clase media, en una familia sencilla de un barrio obrero de Ensenada, provincia de Buenos Aires. Murió como Hebe de Bonafini, este domingo por la mañana, a las 9:20, en el hospital Italiano de La Plata, donde estaba internada desde hace unos días. Su hija, Alejandra Bonafini, fue la encargada de comunicar oficialmente la noticia. En el comunicado agradece los cuidados recibidos, especialmente por parte de los profesionales del Hospital Italiano donde Hebe de Bonafini se atendía y donde había estado internada varias veces, y pide respeto a la necesidad de la familia de llorarla en la intimidad. A la vez, avisa que el lunes comunicarán los dónde tendrán lugar los homenajes y despedidas.
Hebe de Bonafini fue una activista por los derechos humanos, una luchadora por la tríada Memoria, Verdad y Justicia, titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, convertida con los años en un actor político afín al kirchnerismo, una militante de fundamentos encendidos, de declaraciones enérgicas, una próspera proveedora de titulares periodísticos, una usina de tensión al debate ideológico. Murió también procesada y envuelta en polémicas.
Murió después de que las redes sociales anunciaran su muerte más de una vez. Murió después de que su biografía de Wikipedia mutara de “activista” a “vieja, lacra, decadente y senil”. En una de sus últimas declaraciones públicas, entendió que esta intervención de su perfil virtual obedecía a “las ganas que tienen algunos de que me muera”. Anunció, a su vez, que iniciaría acciones legales por la difusión de estos calificativos despectivos. Si hay algo de lo que Hebe de Bonafini puede presumir es que nunca se calló. Nunca esquivó la discusión. Incurría en la desmesura, en la exaltación. Se convirtió en una voz de referencia, en un foco de opinión, en un termómetro político, en un derrotero de declaraciones entrecomilladas. Uno de sus últimos títulos fue dirigido a Alberto Fernández: “Hable lo menos posible porque cuando lo hace es una desilusión”, enfatizó, quien ya había exigido la renuncia del presidente luego del intento de magnicidio contra Cristina Kichner.
Hace solo una semana había participado de la inauguración de una muestra de fotos que se hizo en su honor en el Centro Cultural Kirchner (CCK). La exposición se llama “Hebe de Bonafini, una madre rev/belada” y se nutre de imágenes que recorren su vida “desde su infancia y juventud hasta su militancia”, informó el organismo de derechos humanos de las Madres de Plaza de Mayo.
La asociación que de la que fue una de las iniciadoras y que buscaba visibilizar y sembrar conciencia sobre la desaparición de personas durante la última dictadura cívico militar dice que sus consignas están cargadas de principios. Después de más de cuarenta años de lucha, debieron explicar que ya no son un organismo de derechos humanos: “Somos una organización política, ahora con un proyecto nacional y popular de liberación”. Una declaración que la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo desde 1979 defendía desde sus discursos, desde su proselitismo, desde sus manifestaciones públicas. Una postura radicalizada que contribuyó a escindir la organización en dos y a la creación de otro: Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, de posiciones más moderadas.
Hebe de Bonafini en el corazón de una primera fila el último 30 de abril, a 42 años del nacimiento de la Asociación Madres de Plaza de Mayo (Nicolás Aboaf)
Hebe, esa mujer con un pañuelo blanco en la cabeza que hablaba loas del Che Guevara, Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, y a organizaciones terroristas como la ETA o las FARC, que ofrecía su apoyo a las comunidades aborígenes, que evidenciaba su contrapunto con el neoliberalismo y el FMI, que vociferaba a favor de la lucha revolucionaria de los pueblos, no terminó la escuela primaria porque en su familia no había plata para pagar el boleto de colectivo.
La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, falleció a los 93 años, informaron a Télam fuentes cercanas a la referente de los derechos humanos.
Bonafini había sido dada de alta el 13 de octubre, después de haber estado internada tres días en el Hospital Italiano de la ciudad de La Plata para realizarse controles médicos.
La semana previa a esa internación, la dirigente -que fue una de las cofundadoras de Madres de Plaza de Mayo- había encabezado la marcha que realiza todos los jueves, y en esa ocasión habían invitado a estudiantes secundarios para que expusieran sobre las tomas de escuelas en la ciudad de Buenos Aires.
El día anterior a esa activdidad, el miércoles 5 de octubre, Bonafini había asistido al Centro Cultural Kirchner (CCK) para presenciar la inauguración de la muestra fotográfica que expuso en imágenes su biografía, titulada “Hebe de Bonafini, una madre rev/belada”.
En la presentación, se refirió a su historia y a la de su familia, y agradeció al ver las fotos que captaban momentos de su vida y las de sus hijos Jorge Omar y Raúl Alfredo, secuestrados y desaparecidos por la dictadura cívico militar.
“Me olvidé de quién era el día en que ellos desaparecieron, nunca pensé más en mí”, dijo Bonafini en ese evento del CCK.
Al repasar su biografía, contó que sus padres y su abuela le habían enseñado “el valor del trabajo” mientras que sus hijos desaparecidos le enseñaron “lo que es la política”.
Bonafini había nacido en un barrio obrero de la localidad de Ensenada y hubiera cumplido 94 años el 4 de diciembre próximo.