Otra vez los vecinos de Barracas se alarmaron por un incendio en un depósito de la empresa Iron Mountain, donde hace nueve años murieron ocho bomberos y dos miembros de Defensa Civil cuando las paredes de la propiedad se derrumbaron sobre las víctimas.
“Bomberos de la Ciudad, mediante el empleo de una sierra circular, ingresaron en el depósito, ya que estaba cerrado Una dotación se encuentra atacando desde la intersección de Benito Quinquela Maríin y Azara y otra ataca desde la intersección Jovellanos y Benito Quinquela Martín”, dijeron fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad porteña.
Según los vecinos de la zona, las llamas alcanzan los 15 metros de altura.
“El fuego incursiona [sic] por el techo y la montante del depósito, en una extensión de 60×20 metros en forma irregular”, explicaron fuentes de la Policía de la Ciudad.
A diferencia de lo que sucedió en la tragedia de 2014, esta vez los vecinos no escucharon explosiones. Si bien no se pudo determinar la hora en que comenzaron las llamas, según comentaron, a las 14 el fuego estaba descontrolado.
Al lado de una las paredes del depósito que se incendia hay un depósito de materiales refractarios, por lo que están intentando que el fuego no se propague.
“Como sucedió en 2014, están cayendo cenizas de papel en un radio de dos cuadras”, dijo a LA NACION un testigo del incendio.
Un año después de la tragedia de 2014, la Justicia confirmó que el incendio había sido intencional. “Se determinó que hubo varios focos de incendio y que se utilizó un material acelerante para dar inicio al fuego”, había dicho a La Nación, en febrero de 2015, la por entonces fiscal a cargo de la causa, Marcela Sánchez.
La representante del Ministerio Público hacía referencia a un peritaje hecho por los peritos de la División Siniestros de la Policía Federal Argentina (PFA) antes de que finalice el mes. En el peritaje también participaron los especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que trabajaron entre toneladas de escombros, hierros y papeles quemados depositados en un playón de la Policía Federal.
Dos de las víctimas, Sebastián Campos y Facundo Ambrosi, pertenecían al cuartel de Bomberos Vuelta de Rocha. Las otras ocho víctimas fueron Anahí Garnica, Leonardo Day, Eduardo Conesa, Damián Véliz, Maximiliano Martínez y Matías Monticelli, pertenecientes a la Policía Federal; y los rescatistas de Defensa Civil, José Méndez y Pedro Barícola.
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Fuente La Nacion