A fines de enero de este año, el senador por La Unión Mendocina, Marcos Quattrini, presentó un Proyecto de Resolución para que la ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus, brinde explicaciones por la situación de inseguridad en Mendoza.
En el documento, al cual tuvo acceso Diario Mendoza, Today, el legislador explica que “los habitantes de la Provincia de Mendoza vienen experimentando un aumento progresivo de la inseguridad. Proliferan los atracos, entraderas, robos, robos violentos, aparición de cadáveres, asesinatos, ajustes de cuentas y ahora, hay que agregar incendios intencionales y agresión a los bomberos que van a controlarlos”.
Ante el pedido de marras, el gobierno de Mendoza decidió hacer “causa común” y operó para que la funcionaria no concurra a la Legislatura. El mismísimo Martín Kerchner desacreditó a Quattrini cara a cara, como si no fuera importante que alguien del Ejecutivo explique qué se está haciendo para combatir el flagelo del delito.
El gobierno de Mendoza ha decidido “promocionar” en su página web la resolución de delitos de menor cuantía, como robos de cables, arrebatos o maltrato animal. Pero hay otro tipo de inseguridad, más inquietante. Que arroja muertos a diario, en circunstancias inexplicables.
Muchos de esos hechos, la mayoría, son “ajustes de cuentas”, que devienen de la pelea de bandas de narcos que se disputan “territorios”.
Poco y nada puede hacerse al respecto, porque, como viene publicando este diario con “pelos y señales”, hay connivencia entre puntuales policías y traficantes de drogas. El dinero que circula es contante y sonante. Y compra cualquier voluntad.
Ergo, ello hace que esos narcos sean intocables. Porque también han financiado campañas políticas y mantienen a sueldo a reputados funcionarios.
Todos saben sus nombres, incluso donde operan sus bunkers. Pero nadie jamás irá a buscarlos. Mendoza Today llegó a publicar un video en el cual se puede ver cómo se embolsan las drogas que luego se venderán.
Se dio la dirección exacta del mismo, en Godoy Cruz, esperando que alguien lo clausurara. Pero sigue funcionando, con una impunidad que abruma.
Acaso ello explique por qué la ministra Rus no se anima a dar explicaciones. Porque no tendría cómo explicar este tipo de situaciones.
Fuente Mendoza Today