Las sucesivas ampliaciones y reasignaciones presupuestarias aplicadas por el Gobierno nacional tienen sólo tres ganadores: el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Poder Judicial y el Servicio de la Deuda Pública.
Salvo la Cancillería, todos los ministerios siguen brutalmente ajustados. La cartera de Salud sufre “el ajuste después del ajuste”; y Capital Humano se “descapitaliza” aceleradamente.
Está claro que la administración presupuestaria no constituye un instrumento neutro. Es una herramienta esencial de política pública al servicio de una estrategia.
En diciembre del año pasado, el presidente Javier Milei congeló gastos de la administración nacional prorrogando, para 2024, el mismo Presupuesto de 2023. Lo hizo mediante el Decreto 88/2023, publicado el 27 de diciembre.
Siempre en el marco de un severo ajuste, en los meses sucesivos la administración se vio forzada a conceder varias ampliaciones y reasignaciones presupuestarias. La última se aprobó mediante la Decisión Administrativa 284/2024, publicada el 9 de mayo en el Boletín Oficial.
Tomando como fuente un cuadro de datos publicado por la Oficina de Presupuesto del Congreso, basado -a su vez- en indicadores del Sistema Integrado de Información Financiera (SIDIF), puede concluirse que:
– Sólo uno de los ministerios del Poder Ejecutivo Nacional tuvo, en lo que va del año, actualizaciones presupuestarias por encima de una inflación acumulada que al cerrar el mes de marzo fue de 51,5% y cuando se conozca el IPC de abril estaría superando el 60%. Se trata del Ministerio de Relaciones Exteriores, que había comenzado el año con un crédito presupuestario de 188.315 millones de pesos pero, con las sucesivas ampliaciones aprobadas, creció 86% en cuatro meses, llegando a 350.670 millones de pesos en mayo.
– Por fuera del Poder Ejecutivo, Milei se ocupó de que los recursos asignados al Poder Judicial, que crecieron 71% entre enero y mayo, también le ganaran a la inflación, al pasar de los 530.348 millones iniciales a los actuales 907.545 millones de pesos.
– El tercer ítem que más creció porcentualmente en la asignación presupuestaria fue el destinado al Servicio de la Deuda Pública, que aumentó 60%, empatando virtualmente con la evolución general de los precios de la economía. Había iniciado el año con 4,5 billones de pesos (equivalentes a unos 5.026 millones de dólares) y en mayo ya tiene asignados 7,2 billones de pesos (aproximadamente 8.042 millones de dólares).
En cambio, los recursos presupuestarios destinados al Ministerio de Salud ya perdieron 50 puntos porcentuales contra la inflación, en la medida que las actualizaciones de fondos para esa cartera sólo ascienden al 11%. En el caso del Ministerio de Capital Humano (que incluye todas las áreas de política social y de trabajo), la pérdida hasta mayo fue de no menos de 22 puntos porcentuales contra la inflación acumulada.
Las ampliaciones y reasignaciones presupuestarias hablan por ellas mismas. Revelan lo que Milei y Toto Caputo callan; o iluminan la verdad cuando las sombras quieren taparla.
Alejandro “Topo” Rodríguez es director del Instituto Consenso Federal
Fuente Mendoza Today