Por Daniel Romero
Como siempre, en cercanías de estas fechas el acomodaticio “ex” general Balza, reflexiona sobre el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 en Argentina, que marcó el inicio del último régimen militar conocido como el Proceso de Reorganización Nacional (PRN). El artículo de este 21 de Marzo, destaca que el PRN justificó su accionar como una lucha contra la subversión, aunque las organizaciones armadas ya estaban debilitadas y podían ser enfrentadas con las fuerzas de seguridad regulares. ¿Cómo habrá realizado esta “medición” si según el no habría estado vinculado a los feroces combates? Asimismo, subraya que la “violencia estatal clandestina” superó ampliamente la de los grupos guerrilleros, configurándose como terrorismo de Estado. Olvida Balza las miles de victimas y atentados cometidos por el terrorismo entrenado en Cuba y el Líbano.
Asegura Balza: “Invocaban combatir a la subversión terrorista ejercida por organizaciones irregulares armadas y liberarnos del comunismo que lideraba la Tercera Guerra Mundial; aunque éstas estaban seriamente debilitadas y nada impedía continuar accionando con las Fuerzas de Seguridad (Gendarmería Nacional y Prefectura Naval), Policía Federal y Policía Provinciales.”
En aquellos años, Gendarmería dependía de Ejercito y Prefectura de la Armada, por lo que no se comprende cual hubiera sido la diferencia. La Policía Federal y de la provincia de Buenos Aires, al igual que otras provinciales estaban bajo mando de las Fuerzas Armadas. Otro falaz argumento de Balza, dado que tampoco menciona el apoyo y la injerencia cubana y la ex Yugoslavia anexada a lo que fue la Unión Soviética, ni el apoyo del terrorista Yaser Arafat, líder de la OLP, lo que muestra el caracter internacional de la guerra contra subversión.
Entre los testimonios, se menciona el juicio a las Juntas Militares y la reflexión de figuras como el fiscal Julio Strassera, quien planteó que la represión no puede justificarse como una “guerra”. En este punto, Balza omite qué el ex fiscal Strasera había expresado la importancia de enjuiciar también a los terroristas, resaltando la necesidad de justicia en casos de terrorismo para que no haya impunidad.
Tanto énfasis de Balza, pareciera la culpa que lo carcome, podría interpretar un psicólogo, o el hecho de haber sido expulsado del Circulo Militar, el de sus omisiones históricas.
El General Martín Balza, es conocido por sus reflexiones críticas sobre el PRN y su pedido de perdón público por los crímenes del Proceso de Reorganización Militar, ha mantenido una postura que muchos consideran contradictoria. Si bien se ha mostrado cómo un defensor de la memoria, la verdad y la justicia, su propio historial dentro de las Fuerzas Armadas durante el período de la dictadura genera interrogantes que rara vez son abordados en profundidad y olvidados por la política y medios que se enriquecieron con los fondos provistos por los gobiernos kirchneristas-peronistas.
Balza ocupó posiciones clave en unidades y destinos donde se combatió a la subversión con ahínco, según las crónicas de aquellos años, como el Grupo de Artillería 601 en Mar del Plata donde fue jefe y la Escuela de Artillería de Campo de Mayo, donde debía reportar directamente al General Santiago Omar Riveros, quien fue procesado y condenado por los denominados crímenes de lesa humanidad. En estas funciones, Balza debía tener conocimiento directo de operativos, enfrentamientos y detenciones, pero nunca fue imputado ni investigado a pesar de las responsabilidades que su cargo implicaba como oficil jefe. Esto contrasta con la suerte de muchos de sus camaradas, quienes enfrentaron procesos judiciales y condenas perteneciendo a esos mismos destinos militares.
Según pudo saber Total News Agency, se señala también su relación con el Teniente Coronel Wagner, un oficial artillero pero también de inteligencia involucrado en hechos represivos, quien habría sido protegido por Balza. Wagner fue beneficiado con uno de los registros automotores adjudicados a Balza durante el kirchnerismo, como moneda de pago, mientras que el otro registro era manejado por un hijo del general. Además, se menciona que Balza ayudó a evitar el procesamiento de otros oficiales, como el infante y General “Moncho” Mabragaña, que durante el proceso militar ocupó cargos en Casa de Gobierno, fungiendo como Secretario General de la Presidencia, sin enfrentar consecuencias legales.
Otro punto polémico es su presunta participación en la designación de un Coronel Artillero como Jefe de Logística, quien habría encubierto la venta de cañones vinculada al escándalo de las armas a Croacia. Según las acusaciones, este oficial habría manipulado la documentación para desviar la responsabilidad hacia Fabricaciones Militares.
En un accidente ocurrido en 1996, un helicóptero Puma del Ejército, que según fuentes consultadas por esta agencia presentaba problemas en los pedales, aunque oficialmente se buscaron otras fallas, se cobró la vida de Andrea Máspero de Serrano, cuñada del entonces jefe del Ejército, general Martín Balza, y del general de brigada Juan Carlos Andreoli, quien en ese momento se desempeñaba como interventor en la Dirección de Fabricaciones Militares. Andreoli había ocupado previamente cargos clave, como director de Arsenales del Ejército, y su firma figuraba en numerosos expedientes relacionados con la causa del tráfico ilegal de armas.
Fabricaciones Militares, bajo intervención de Andreoli, había sido señalada en investigaciones por presuntas adulteraciones de documentos vinculados a la mencionada causa. Cabe recordar que en febrero de 1995, el agregado militar argentino en Lima, coronel Aguilar, había advertido al embajador en Perú, Arturo Ossorio Arana, sobre embarques ilegales de armas que partirían desde el aeropuerto de Ezeiza con destino a Ecuador, lo que desató una serie de investigaciones.
Ese mismo año, otro hecho trágico conmocionó el caso: fue hallado el cadáver del capitán de navío retirado Horacio Pedro Estrada, imputado en la causa de las armas, con un disparo en el hueso occipital, lo que añadió un elemento de misterio y controversia a los acontecimientos relacionados con el tráfico ilegal de armamento. En este caso, fuentes de la época señalaban que un hombre vinculado a la SIDE y conocido por Estrada, habría sido el ejecutor, hoy ya fallecido.
Las contradicciones de Balza y el silencio judicial
Si bien Balza ha sido una figura pública destacada por las critica al gobierno militar que el integro como jefe superior, su historia personal y profesional presenta zonas oscura que nunca han sido investigadas a fondo. Su capacidad para esquivar imputaciones, a pesar de su proximidad con figuras clave y hechos represivos, ha generado sospechas sobre posibles protecciones políticas y judiciales. Este contraste entre su discurso público y su actuación durante la dictadura plantea preguntas incómodas sobre la selectividad de la justicia y la verdadera profundidad del proceso de memoria histórica en Argentina.
Martín Balza también fue premiado con dos embajadas, Colombia y Costa Rica, en la primera, solía realizar visitas de cortesía a a unidades militares y según cuentan mentideros de inteligencia de la región, luego de las visitas realizaba informes que terminaban en manos de Hugo Chávez, quien ejercía el poder en Venezuela. ¿Será por eso que debió marchar a Costa Rica?
Total News Agency, con este articulo, busca mostrar todas las facetas de la lucha contra el terrorismo y a quienes cuentan solo una parte de la historia.
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