Ciudad de México, 20 de abril de 2025. Total News Agency-TNA- La presidente de México, Claudia Sheinbaum, ha destapado un escándalo de corrupción que involucra la compra de medicamentos por parte del Estado, un tema que toca de cerca al expresidente Andrés Manuel López Obrador. En medio de tensiones políticas con figuras cercanas a su antecesor, la mandataria ha decidido tomar cartas en el asunto, destituyendo a los altos directivos de Birmex, la empresa estatal encargada de la adquisición y distribución de medicamentos.
La situación es especialmente crítica en un país donde más de 126 millones de personas dependen del acceso a medicamentos, que en muchas ocasiones son inaccesibles debido a los altos precios. Según las denuncias impulsadas por la Secretaría Anticorrupción del Gobierno de Sheinbaum, se habrían detectado sobreprecios que podrían significar un desfalco de 12.000 millones de pesos (aproximadamente 525 millones de euros).
Sheinbaum ha sido contundente en sus declaraciones, afirmando que las farmacéuticas involucradas en estas irregularidades enfrentarán severas sanciones, que incluyen inhabilitaciones y multas. “No permitiremos que la corrupción se instale en nuestro sistema de salud”, enfatizó la presidenta.
El trasfondo de este escándalo se complica por los vínculos familiares, ya que algunas de las empresas implicadas están relacionadas con el hijo de López Obrador, Andrés López Beltrán, quien actualmente ocupa un puesto destacado en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y es visto como un potencial candidato presidencial para 2030. Tanto Sheinbaum como López Obrador pertencen al mismo partido, MORENA.
Además, tras la destitución de la cúpula de Birmex, Sheinbaum ha decidido intervenir directamente en la empresa, nombrando a un exdiputado de su confianza para liderarla. Cabe recordar que Iván Olmos, designado por López Obrador, era parte del círculo cercano del expresidente.
Si se confirman las acusaciones, el caso Birmex podría convertirse en el mayor escándalo de corrupción en la historia reciente de México, superando incluso la conocida “Estafa Maestra”, que involucró a empresas fantasma y desvió miles de millones de pesos durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Las cifras son alarmantes. Durante la administración de López Obrador, ocho de cada diez contratos públicos se otorgaron sin concurso, lo que ha generado un clima de opacidad en el manejo de los recursos estatales. La semana pasada, diputados aliados al expresidente impulsaron la eliminación del sistema que registraba las compras del Estado, lo que ha suscitado críticas de la oposición, que exige la comparecencia de los funcionarios responsables en el Congreso.
El caso Birmex no es el único punto de fricción en la política mexicana. Sheinbaum ha adoptado una postura firme contra el crimen organizado, en contraste con la política de “abrazos, no balazos” de López Obrador. Desde su llegada al poder, se han realizado decomisos históricos de drogas y se han encarcelado a numerosos operativos financieros de los cárteles.
La relación con Estados Unidos también se ha vuelto un tema de discordia, ya que mientras Sheinbaum considera esencial mantener el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, su movimiento interno ve este acuerdo como un mecanismo de control de Washington sobre México.
En este escenario, la presidenta enfrenta un desafío monumental: no solo debe lidiar con las consecuencias de la corrupción en su administración, sino también con las tensiones internas que amenazan la cohesión de su partido y su gobierno.
TNA