Madrid, 21 de mayo de 2025 – Total News Agency-TNA--El abogado y exasesor presidencial ucraniano Andriy Portnov fue asesinado a tiros este miércoles por la mañana a las puertas del Colegio Americano de Madrid, en la localidad de Pozuelo de Alarcón. La víctima, de 52 años, fue atacada mientras se disponía a subir a su vehículo, tras dejar a sus hijos en el centro educativo.
Según confirmaron fuentes del Ministerio del Interior, varios individuos le dispararon por la espalda y en la cabeza antes de huir a pie hacia una zona boscosa cercana. La Policía Nacional ha desplegado un operativo en la zona y la investigación quedó a cargo del Grupo V de Homicidios y la Policía Científica.
El ataque ocurrió alrededor de las 9:15 en la calle América, frente al colegio privado al que asisten hijos de diplomáticos y empresarios internacionales. Testigos presenciales afirmaron haber escuchado múltiples detonaciones, lo que generó una inmediata respuesta de las fuerzas de seguridad y servicios médicos de emergencia. Sin embargo, los sanitarios no pudieron reanimar a Portnov, quien murió en el lugar.
El colegio activó su protocolo de seguridad para tiroteos, medida prevista por su condición de institución que alberga estudiantes de alto perfil diplomático. A través de un mensaje dirigido a las familias, las autoridades del centro confirmaron que “todos los estudiantes están a salvo y contenidos en sus aulas”, y suspendieron actividades extracurriculares previstas para la jornada. Consejeros escolares fueron puestos a disposición para asistir emocionalmente a los alumnos que presenciaron el hecho.
Portnov, una figura polémica en Ucrania, fue mano derecha del expresidente Viktor Yanukovich y tuvo un rol clave en la elaboración de leyes represivas durante el movimiento Euromaidán en 2014. Aunque se declaró independiente de cualquier afinidad política, fue sancionado por Estados Unidos y la Unión Europea por presunta corrupción, malversación de fondos y violaciones a los derechos humanos. En su país, fue investigado por alta traición, acusado de colaborar con Rusia durante la ocupación de Crimea, aunque el caso fue finalmente cerrado.
Desde 2022, Portnov residía fuera de Ucrania, tras salir del país durante la invasión rusa. Pese a sus vínculos con el régimen de Yanukovich y figuras del Kremlin, había instalado a su familia en Madrid y llevaba una vida discreta, centrada en la crianza de sus hijos.
Las autoridades españolas no han confirmado oficialmente los posibles móviles del asesinato, aunque no descartan motivaciones políticas. Se trata de un crimen con alto perfil internacional y podría tener derivaciones diplomáticas, dada la ubicación del hecho y la figura de la víctima.
El Ministerio del Interior mantiene hermetismo sobre el avance de la investigación, mientras continúa la búsqueda de los autores del ataque.