Buenos Aires, 5 de junio – Total News Agency-TNA–Un nuevo conflicto financiero y político enfrenta al gobierno de la Nación con la administración bonaerense de Axel Kicillof, luego de que trascendiera que el Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA), la obra social de los jubilados de la provincia, mantiene una deuda que supera los 4.000 millones de pesos con el Hospital Garrahan.
Según documentos oficiales a los que accedió el Gobierno nacional, el monto exacto adeudado asciende a \$4.135.942.984, correspondiente a “facturas y convenios” pendientes de pago por parte de IOMA con el principal centro pediátrico del país. La cifra fue confirmada por fuentes nacionales, en medio de una ola de protestas de trabajadores del hospital que reclaman por mejoras salariales y condiciones laborales.

La acusación despertó una inmediata respuesta del ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, quien negó las versiones a través de su cuenta en la red social X. “Como no quieren resolver la situación del Hospital Garrahan, ahora mienten señalando a la Provincia”, disparó el funcionario, y aseguró que entre el 1° de enero y el 4 de junio de 2025 el IOMA ya pagó \$1.006 millones de los \$1.268 millones facturados.
Sin embargo, desde el Gobierno nacional sostienen que la deuda total va más allá de los registros parciales mostrados por Kreplak, y que el saldo informado por el propio hospital incluye compromisos impagos previos a 2025. “El saldo actualizado de la cuenta corriente de IOMA con el Garrahan es de más de \$4.100 millones. Es una deuda acumulada que sigue sin resolverse”, insistieron voceros oficiales.
En paralelo, el IOMA atraviesa una profunda crisis financiera que derivó en reclamos legislativos. En la Cámara de Diputados bonaerense, el legislador Fernando Rovello presentó un pedido de interpelación al titular del organismo, Homero Giles, para que brinde explicaciones por la suspensión de prestaciones y la falta de cobertura de medicamentos en varios distritos. La iniciativa no prosperó, pero el malestar persiste tanto entre afiliados como prestadores.
Mientras tanto, los médicos residentes del Garrahan levantaron un paro tras recibir un bono de \$300.000, aunque continúan exigiendo una recomposición salarial en blanco. Las movilizaciones, que incluyeron una protesta frente al Congreso, reflejan un clima de tensión creciente en el hospital, que ahora también se ve envuelto en una polémica por el financiamiento de sus servicios.