La Matanza, 18 de agosto de 2025-Total News Agency-TNA-.La violencia en La Matanza alcanzó un nivel histórico con un promedio de 90 robos diarios, la cifra más alta registrada hasta la fecha y que refleja la incapacidad del gobierno provincial de Axel Kicillof para contener la ola delictiva que golpea al mayor distrito bonaerense.
Desde 2012, los delitos en el municipio se incrementaron un 120%, consolidando al territorio gobernado por Fernando Espinoza como el de mayor índice de homicidios y robos de toda la provincia. Los crímenes recientes —como el asesinato de Rita Mabel Suárez (47) frente a su hijo en Villa Luzuriaga o la muerte de Esmeralda Bustamante (23) al intentar defender a su hermana policía en Laferrere— evidencian el deterioro de la seguridad.
Los datos oficiales confirman la magnitud del problema. En 2024, La Matanza registró un incremento del 5,9% en los crímenes, con 143 hechos y 155 víctimas fatales. La tasa de homicidios alcanzó 8,11 cada 100 mil habitantes, muy por encima del promedio provincial de 4,76.
En materia de robos, el municipio mostró un aumento del 31%, más del doble del incremento promedio en la provincia (12,9%). Los asaltos a mano armada se dispararon un 17%, frente al 1,5% en el resto del territorio bonaerense. A esto se suma la alarmante presencia de armas de fuego: el 80,4% de los homicidios y el 28,5% de los robos fueron cometidos con pistolas, revólveres o fusiles, porcentajes que superan ampliamente los del resto del Conurbano.
La lista de víctimas recientes refuerza la gravedad de la crisis. Entre ellas, Thiago Correa, un niño de 7 años baleado en San Justo; Jorge Cremontti, chofer de Uber asesinado en Lomas del Mirador; y Luis Gabriel Quinteros, muerto por motochorros en San Justo.
La falta de políticas efectivas, la escasa presencia policial y el deficiente financiamiento y preparación de las fuerzas de seguridad agravan un escenario que, lejos de mejorar, se profundiza. Mientras tanto, la administración de Kicillof sigue sin dar respuestas concretas y La Matanza se consolida como el símbolo más visible de la crisis de seguridad en la provincia.